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El Atorón
Tercera Parte
Por EDUARDO MARTÍNEZ BENAVENTE
Noviembre 28, 2010
Ya fueron eliminados 15 aspirantes de los 128 que se apuntaron para formar parte del Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (CEEPC) porque según el diputado Oscar Bautista no reunían los requisitos exigidos en la convocatoria. Sus nombres y los motivos de su exclusión no se dieron a conocer. Si las reglas del juego se aplicaran por igual a todos los concursantes, entonces, el listado hubiera quedado reducido a menos de la mitad porque la mayoría de los solicitantes no tienen experiencia y formación electoral, Por lo pronto, al diputado priísta Jesús Ramírez Stavros, aquel que compitió y perdió en la elección interna de su partido con el actual gobernador, y que cree tener los tamaños para sucederlo en el 2015, le entró un insólito prurito de transparencia porque finalmente se anima a cuestionar el método de selección y la opacidad del procedimiento; y propone un “manual de criterios” a la Comisión Especial encargada de esta tarea. Creo que su inconformidad más bien obedece a un sentimiento de frustración porque se le ha dificultado imponer como consejeros a dos o tres de sus recomendados, entre ellos a Ignacio Rafael Acosta Díaz de León, quien en el 2009 intentó presidir la Comisión Estatal de Derechos Humanos, y también perdió.
La diputada del Verde Ecologista, Yvett Salazar Torres, una de las “juanitas” del 2003, denunció que se está trabajando en lo oscurito y que sus colegas ya tienen candidatos predefinidos, pero como vocal de la comisión calificadora no permite que los ciudadanos asistan a las comparecencias de los candidatos, lean sus ensayos y escarben en sus currículos. Como presiente que ya no habrá lugar para acomodar a sus favoritos, propone que ninguno de los actuales consejeros repita en el cargo para que gente nueva llene esos espacios. Si su propuesta se fundara en un análisis del desempeño de los dos consejeros propietarios que intentan permanecer en sus cargos por otro período de igual duración, entonces, su iniciativa sería muy recomendable. Al primero de ellos, Ignacio Ramírez Díez Gutiérrez, habría que reclamarle que nos decepcionó, que se esperaba mucho más de él, pues al formar parte de la Comisión Permanente de Fiscalización no hizo nada para detener a Zapata y a Toranzo cuando se excedieron de los topes de campaña que se les autorizaron. Como especialista en finanzas pudo calcular el costo de un sinnúmero de actividades que se denunciaron y no reportaron los partidos en los informes que le entregaron. Fue un acto de complicidad y cobardía contratar a un despacho externo para que sólo auditara los comprobantes de los gastos que reconocieron los partidos. Los otros consejeros también se hicieron los desentendidos, como que no veían lo que estaba ocurriendo y permitieron que éstos gastaran hasta cinco veces lo permitido. Ninguno se atrevió a investigar el origen ilícito de esos financiamientos. No hicieron mayor esfuerzo para evitar que Rodolfo Aguilar dispusiera libremente de los recursos del Consejo Electoral y administrara al organismo como si fuera un negocio de su propiedad. Al otro consejero, Jorge Villalba Jaime, habría que reclamarle además el interés que exhibió al defender la validez de la lista de los diputados plurinominales que registró ilegalmente el ex presidente del PRI, Adolfo Micalco, cuando ya no estaba en funciones.
Por lo que se refiere a los consejeros suplentes que se registraron en esta competencia habría que revisar las actuaciones de María del Carmen Haro Aranda, el mejor ejemplar de la partidocracia, para determinar qué tanto le afectó en su imparcialidad el hecho de que su hermano Bernardo representara al PRI en el Consejo. El caso de Juan Jesús Aguilar Castillo es muy delicado porque renunció a su cargo de primer consejero suplente para incorporarse como coordinador de Recursos Humanos del organismo electoral. Con su renuncia quedó incompleto el CEEPC pues se redujo a siete el número de suplentes. El Congreso no convocó a la ciudadanía para sustituirlo. Pascual Zúñiga del Ángel ha sido consejero suplente en dos ocasiones. Es docente de la SEGE; y el cuarto y último de este grupo es Fernando Navarro González, sin pena ni gloria. Estos tres están identificados con el grupo de incondicionales de Rodolfo Aguilar.
La nota del oportunismo más ramplón y torpe la ha dado el diputado Pedro Pablo Cepeda con la iniciativa que presentó el 11 de noviembre, pues pretende reformar la Ley Electoral para que se abrogue la prerrogativa que tienen los partidos políticos para registrar candidatos a integrar el CEEPC. Es todo lo que se le ha ocurrido a este hábil trepador para despartidizar al organismo electoral, y más cuando es uno de los principales negociadores de las plazas que se disputan, como lo fue hace seis años, cuando era legislador, y pudo hacer realidad el “proyectito” de Rodolfo Aguilar.
Con las discrepancias que se están dando en el interior de esta legislatura será muy difícil que antes de 15 de diciembre, los que resulten nominados, aseguren los 18 votos secretos que se requieren en el Pleno para que resulten electos como consejeros. La oposición que existe por parte de un grupo de diputados para que la presidencia recaiga en “El Tetos” crece a medida que avanzan las negociaciones. Su nombramiento está muy atorado. Sus promotores tendrían que ceder hasta cuatro consejerías a cambio del médico. Su expediente le ha comenzado a estorbar puesreporta dos sanciones de suspensión de 5 días cada una por habérsele acreditado infracciones por omisiones y actividades contrarias a las normas que los rigen. El doctor Hernández Rodríguez fue recomendado en 1993 para ocupar la presidencia del Consejo Local del IFE por el ex gobernador Horacio Sánchez, quien como él, también perteneció a la agrupación de estudiantes ultraderechistas conocida como “Los conejos”. Su candidatura, como ahora, fue avalada por el panista Francisco Javier Salazar. Que no nos quede la menor duda, si resulta electo como presidente, hará lo mismo que Aguilar: servir a los partidos.
Por EDUARDO MARTÍNEZ BENAVENTE
Noviembre 28, 2010
Ya fueron eliminados 15 aspirantes de los 128 que se apuntaron para formar parte del Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (CEEPC) porque según el diputado Oscar Bautista no reunían los requisitos exigidos en la convocatoria. Sus nombres y los motivos de su exclusión no se dieron a conocer. Si las reglas del juego se aplicaran por igual a todos los concursantes, entonces, el listado hubiera quedado reducido a menos de la mitad porque la mayoría de los solicitantes no tienen experiencia y formación electoral, Por lo pronto, al diputado priísta Jesús Ramírez Stavros, aquel que compitió y perdió en la elección interna de su partido con el actual gobernador, y que cree tener los tamaños para sucederlo en el 2015, le entró un insólito prurito de transparencia porque finalmente se anima a cuestionar el método de selección y la opacidad del procedimiento; y propone un “manual de criterios” a la Comisión Especial encargada de esta tarea. Creo que su inconformidad más bien obedece a un sentimiento de frustración porque se le ha dificultado imponer como consejeros a dos o tres de sus recomendados, entre ellos a Ignacio Rafael Acosta Díaz de León, quien en el 2009 intentó presidir la Comisión Estatal de Derechos Humanos, y también perdió.
La diputada del Verde Ecologista, Yvett Salazar Torres, una de las “juanitas” del 2003, denunció que se está trabajando en lo oscurito y que sus colegas ya tienen candidatos predefinidos, pero como vocal de la comisión calificadora no permite que los ciudadanos asistan a las comparecencias de los candidatos, lean sus ensayos y escarben en sus currículos. Como presiente que ya no habrá lugar para acomodar a sus favoritos, propone que ninguno de los actuales consejeros repita en el cargo para que gente nueva llene esos espacios. Si su propuesta se fundara en un análisis del desempeño de los dos consejeros propietarios que intentan permanecer en sus cargos por otro período de igual duración, entonces, su iniciativa sería muy recomendable. Al primero de ellos, Ignacio Ramírez Díez Gutiérrez, habría que reclamarle que nos decepcionó, que se esperaba mucho más de él, pues al formar parte de la Comisión Permanente de Fiscalización no hizo nada para detener a Zapata y a Toranzo cuando se excedieron de los topes de campaña que se les autorizaron. Como especialista en finanzas pudo calcular el costo de un sinnúmero de actividades que se denunciaron y no reportaron los partidos en los informes que le entregaron. Fue un acto de complicidad y cobardía contratar a un despacho externo para que sólo auditara los comprobantes de los gastos que reconocieron los partidos. Los otros consejeros también se hicieron los desentendidos, como que no veían lo que estaba ocurriendo y permitieron que éstos gastaran hasta cinco veces lo permitido. Ninguno se atrevió a investigar el origen ilícito de esos financiamientos. No hicieron mayor esfuerzo para evitar que Rodolfo Aguilar dispusiera libremente de los recursos del Consejo Electoral y administrara al organismo como si fuera un negocio de su propiedad. Al otro consejero, Jorge Villalba Jaime, habría que reclamarle además el interés que exhibió al defender la validez de la lista de los diputados plurinominales que registró ilegalmente el ex presidente del PRI, Adolfo Micalco, cuando ya no estaba en funciones.
Por lo que se refiere a los consejeros suplentes que se registraron en esta competencia habría que revisar las actuaciones de María del Carmen Haro Aranda, el mejor ejemplar de la partidocracia, para determinar qué tanto le afectó en su imparcialidad el hecho de que su hermano Bernardo representara al PRI en el Consejo. El caso de Juan Jesús Aguilar Castillo es muy delicado porque renunció a su cargo de primer consejero suplente para incorporarse como coordinador de Recursos Humanos del organismo electoral. Con su renuncia quedó incompleto el CEEPC pues se redujo a siete el número de suplentes. El Congreso no convocó a la ciudadanía para sustituirlo. Pascual Zúñiga del Ángel ha sido consejero suplente en dos ocasiones. Es docente de la SEGE; y el cuarto y último de este grupo es Fernando Navarro González, sin pena ni gloria. Estos tres están identificados con el grupo de incondicionales de Rodolfo Aguilar.
La nota del oportunismo más ramplón y torpe la ha dado el diputado Pedro Pablo Cepeda con la iniciativa que presentó el 11 de noviembre, pues pretende reformar la Ley Electoral para que se abrogue la prerrogativa que tienen los partidos políticos para registrar candidatos a integrar el CEEPC. Es todo lo que se le ha ocurrido a este hábil trepador para despartidizar al organismo electoral, y más cuando es uno de los principales negociadores de las plazas que se disputan, como lo fue hace seis años, cuando era legislador, y pudo hacer realidad el “proyectito” de Rodolfo Aguilar.
Con las discrepancias que se están dando en el interior de esta legislatura será muy difícil que antes de 15 de diciembre, los que resulten nominados, aseguren los 18 votos secretos que se requieren en el Pleno para que resulten electos como consejeros. La oposición que existe por parte de un grupo de diputados para que la presidencia recaiga en “El Tetos” crece a medida que avanzan las negociaciones. Su nombramiento está muy atorado. Sus promotores tendrían que ceder hasta cuatro consejerías a cambio del médico. Su expediente le ha comenzado a estorbar puesreporta dos sanciones de suspensión de 5 días cada una por habérsele acreditado infracciones por omisiones y actividades contrarias a las normas que los rigen. El doctor Hernández Rodríguez fue recomendado en 1993 para ocupar la presidencia del Consejo Local del IFE por el ex gobernador Horacio Sánchez, quien como él, también perteneció a la agrupación de estudiantes ultraderechistas conocida como “Los conejos”. Su candidatura, como ahora, fue avalada por el panista Francisco Javier Salazar. Que no nos quede la menor duda, si resulta electo como presidente, hará lo mismo que Aguilar: servir a los partidos.
NOMBRE
Ignacio Rafael Acosta Diaz de Leon
CORREO ELECTRÓNICO
[email protected]
COMENTARIOS
Estimado Lic. Benavente:
Me permito comentarle que como cada domingo he leido en el periodico pulso y por correo electronico de proyecto tábano su columna y con gran sorpresa he descubierto su comentario acerca de mi persona, a lo cual, teniendo siempre como base el respeto a su derecho de expresion, me permito informale lo siguiente:
No soy, ni he buscado, ni me considero "recomendado" de nadie en lo personal ni en lo institucional, ni política ni institucionalmente para el proceso de la eleccion de consejeros del CEEPAC, y mucho menos que en un momento dado se imponga mi candidatura bajo ninguna circunstancia.
Particularmente en este proceso he procurado permanecer al margen, con único recurso mi trabajo y mi intención de hacer bien las cosas, a pesar de que mi persona ha sido tomada como parte del golpeteo mediatico y politico, entre diversos actores, situacion en la que no me interesa participar porque estoy convencido que el debate debe ser de frente y debe de incluir una reflexion propositiva en cada caso
Creo que una excelente forma de hacer politica es fuera de los partidos politicos y es precisamente eso lo que he tratado de hacer los últmos 25 años por lo menos, considerando a la politica como una lucha permanente y efectiva para el logro del bien comun.
Por ultimo, me permito comentarle que es cierto que participé en el pasado proceso para elegir al Presidente de la CEDH, despues de ocho años de consejero ciudadano en esta institucion, en el que procure tener una actuacion digna, discutiendo y votando en contra de muchas de las propuestas e intereses de la entonces Presidenta y si mi candidatura no se concretó en un puesto, fue debido a razones que en un momento me gustaria comentarlo en persona, pero que no minaron en lo más minimo mi interès en el respeto y educación por los diversos temas ciudadanos, como son los derechos humanos, la democracia, la construccion de ciudadania, la gobernabilidad democratica y la competitividad social entre otros, de los cuales me gustaria proporcionarle algunos trabajos de investigacion que he realizado.
Agradezco su atencion, y me permito solicitarle tenga a bien en aceptar una invitacion a platicar al respecto de lo aqui expuesto y de lo que Usted prefiera.
Quedo a sus ordenes en mi telefono nextel: 408 95 29
Un abrazo
Ignacio Rafael Acosta Diaz de Leon
Ignacio Rafael Acosta Diaz de Leon
CORREO ELECTRÓNICO
[email protected]
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Estimado Lic. Benavente:
Me permito comentarle que como cada domingo he leido en el periodico pulso y por correo electronico de proyecto tábano su columna y con gran sorpresa he descubierto su comentario acerca de mi persona, a lo cual, teniendo siempre como base el respeto a su derecho de expresion, me permito informale lo siguiente:
No soy, ni he buscado, ni me considero "recomendado" de nadie en lo personal ni en lo institucional, ni política ni institucionalmente para el proceso de la eleccion de consejeros del CEEPAC, y mucho menos que en un momento dado se imponga mi candidatura bajo ninguna circunstancia.
Particularmente en este proceso he procurado permanecer al margen, con único recurso mi trabajo y mi intención de hacer bien las cosas, a pesar de que mi persona ha sido tomada como parte del golpeteo mediatico y politico, entre diversos actores, situacion en la que no me interesa participar porque estoy convencido que el debate debe ser de frente y debe de incluir una reflexion propositiva en cada caso
Creo que una excelente forma de hacer politica es fuera de los partidos politicos y es precisamente eso lo que he tratado de hacer los últmos 25 años por lo menos, considerando a la politica como una lucha permanente y efectiva para el logro del bien comun.
Por ultimo, me permito comentarle que es cierto que participé en el pasado proceso para elegir al Presidente de la CEDH, despues de ocho años de consejero ciudadano en esta institucion, en el que procure tener una actuacion digna, discutiendo y votando en contra de muchas de las propuestas e intereses de la entonces Presidenta y si mi candidatura no se concretó en un puesto, fue debido a razones que en un momento me gustaria comentarlo en persona, pero que no minaron en lo más minimo mi interès en el respeto y educación por los diversos temas ciudadanos, como son los derechos humanos, la democracia, la construccion de ciudadania, la gobernabilidad democratica y la competitividad social entre otros, de los cuales me gustaria proporcionarle algunos trabajos de investigacion que he realizado.
Agradezco su atencion, y me permito solicitarle tenga a bien en aceptar una invitacion a platicar al respecto de lo aqui expuesto y de lo que Usted prefiera.
Quedo a sus ordenes en mi telefono nextel: 408 95 29
Un abrazo
Ignacio Rafael Acosta Diaz de Leon