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Exprimiendo a los contribuyentes
Por EDUARDO MARTÍNEZ BENAVENTE
Noviembre 25, 2012
No se debe incrementar el impuesto predial sin antes advertirles a los propietarios de bienes raíces en qué medida se verán afectadas sus economías, si no se les explica con argumentos contundentes la necesidad de aceptar este sacrificio y si no se les indica el destino exacto que se le dará a esos recursos. Pero en San Luis Potosí no se justifica ningún aumento si no se fincan primero responsabilidades penales y administrativas a los culpables de la ruina financiera del municipio porque todo apunta a que quedarán impunes y el dinero que se obtenga sólo servirá para abonar en una pequeña parte los más de 782 millones de pesos que dejaron de pasivos los anteriores administradores, y no se aplicará en inversiones públicas productivas ni en el mejoramiento de los servicios municipales. El alcalde no ha calculado el enojo y rechazo popular que provocará esta medida. No entiende o no quiere entender que la mayoría de los potosinos no tiene con qué pagarlo y que sus finanzas no soportan un alza de estas dimensiones, y menos cuando muchos otros bienes y servicios también aumentarán sus precios.
Es preferible que las autoridades municipales hablen con toda la verdad, por más cruda y dolorosa que sea, y no pretendan engañar a los contribuyentes con declaraciones sesgadas o falsas en el sentido de que se trata de pequeños ajustes que no tocarán a los dueños de las fincas más baratas, cuando las nuevas tasas y tarifas que envió el cabildo al Congreso del Estado en su iniciativa de Ley de Ingresos del 2013, y que seguramente aprobarán los diputados, muestran incrementos desmesurados que van del 29% en predios valuados en uno o más millones de pesos; hasta un 58% en casas de 300 mil pesos; o 2.11 veces en propiedades con un valor de 400 mil pesos y 2.31 veces en inmuebles cuyo precio oscila entre 500 a 650 mil pesos. Y es también inaceptable que el porcentaje del incremento en estos casos sea menor para las residencias de lujo que para las casas habitación con un precio que fluctúe entre los 300 y los 650 mil pesos, que es el tope del valor de las viviendas populares, en el que están valuadas decenas de miles de propiedades de la capital potosina. Se están dando todas las condiciones para que los afectados se constituyan en uniones de usuarios de servicios públicos para defender sus intereses, como hace décadas las organizó don Salomón Rangel, el luchador social cuya “voz clamaba en el desierto”.
Es cierto que las viviendas de hasta 230 mil pesos seguirán pagando una cuota anual de 4 salarios mínimos. Unos 248 pesos en el 2013, más 6 pesos por la expedición del recibo de entero. No así las fincas de 300 mil, en las que el predial se incrementará en un 58%, pues el pago se eleva a 375 pesos, cuando en el 2012 la cuota era de apenas 236 pesos. Los potosinos que acostumbran cumplir puntualmente con sus obligaciones fiscales no saldrán de su asombro cuando se enteren que los pagos por este concepto –en la mayoría de los casos- serán muy superiores a los que realizaron en el ejercicio anterior, lo que provocará que el número de contribuyentes morosos crezca considerablemente. Los siguientes ejemplos pueden servir para que los propietarios calculen el pago que tendrán que realizar en el 2013: una vivienda de 400 mil pesos que pagaba 236 pesos, tributará el próximo año 500 pesos. Una casa habitación de 1 millón de pesos pagará 1,250 pesos en lugar de 965 pesos. Una de 2 millones sube de 1,930 a 2,500 pesos. Cualquier incremento debe rechazarse si no se les cobra antes el impuesto predial a los morosos que encabezan la lista con los adeudos de mayor cuantía.
El Congreso del Estado –para evitar críticas y rechazos- no agendó la iniciativa de Ley de Ingresos municipales del 2012 en la Gaceta Legislativa de este jueves, por lo que se desconoce la redacción exacta del documento que recibieron el 15 de noviembre; no obstante, el tesorero nos ha informado que el Impuesto de Adquisición de Bienes Inmuebles, el que se paga en las operaciones de compra venta, sufrirá un incremento del 25%, al pasar del 1.60% al 2.00% sobre el valor más alto, entre el catastral y el que declaran las partes. Y no estamos ciertos si las deducciones autorizadas hasta el 31 de diciembre en el pago de este gravamen seguirán vigentes en el 2013, o si sólo se aplicarán a las viviendas que no excedan de 230 mil pesos, siempre y cuando estén financiadas con créditos bancarios o del ISSSTE o INFONAVIT, pues de ser así, una compra venta de una casa de interés social o popular con un valor de 600 mil pesos pagaría por este concepto 12 mil pesos, en lugar de 2 mil 213 que se pagan este año. Se pretende también incrementar del 4 al 6 al millar anual el impuesto predial que cubren los propietarios de los lotes de terreno urbanos y suburbanos sin construcciones y que no están bardeados o cercados. Un ejemplo: un terrenito valuado en 200 mil pesos pagaría 1,200 en lugar de los 800 pesos que actualmente paga.
Los diputados deben suprimir los subsidios o prebendas de que gozan las “Instituciones Religiosas” (sic), pues pagan una tasa única del uno al millar anual por concepto de Impuesto Predial, sin importar el valor y características de sus inmuebles En esta categoría no nos extrañaría encontrar las residencias millonarias que ocupan los arzobispos eméritos y otros ministros de las iglesias que puedan estar escrituradas a nombre de asociaciones religiosas. Sólo los templos destinados al culto religioso y catalogados como bienes de la nación están exentos de impuestos.
El ex rector conocía las dimensiones del problema financiero al que se iba a enfrentar y así aceptó postularse como candidato para ocupar la alcaldía. Se lo advirtieron propios y extraños, por lo que no se vale quejarse un día sí y otro también de la situación que le dejaron y permanecer paralizado ante el desastre que tiene encima, como tampoco puede cargarles a los contribuyentes la remediación de una crisis que no generaron aumentándoles los impuestos. Su administración será recordada como un verdadero fiasco si no se aplican de inmediato medidas draconianas de austeridad, disciplina fiscal y sobre todo de justicia.
Noviembre 25, 2012
No se debe incrementar el impuesto predial sin antes advertirles a los propietarios de bienes raíces en qué medida se verán afectadas sus economías, si no se les explica con argumentos contundentes la necesidad de aceptar este sacrificio y si no se les indica el destino exacto que se le dará a esos recursos. Pero en San Luis Potosí no se justifica ningún aumento si no se fincan primero responsabilidades penales y administrativas a los culpables de la ruina financiera del municipio porque todo apunta a que quedarán impunes y el dinero que se obtenga sólo servirá para abonar en una pequeña parte los más de 782 millones de pesos que dejaron de pasivos los anteriores administradores, y no se aplicará en inversiones públicas productivas ni en el mejoramiento de los servicios municipales. El alcalde no ha calculado el enojo y rechazo popular que provocará esta medida. No entiende o no quiere entender que la mayoría de los potosinos no tiene con qué pagarlo y que sus finanzas no soportan un alza de estas dimensiones, y menos cuando muchos otros bienes y servicios también aumentarán sus precios.
Es preferible que las autoridades municipales hablen con toda la verdad, por más cruda y dolorosa que sea, y no pretendan engañar a los contribuyentes con declaraciones sesgadas o falsas en el sentido de que se trata de pequeños ajustes que no tocarán a los dueños de las fincas más baratas, cuando las nuevas tasas y tarifas que envió el cabildo al Congreso del Estado en su iniciativa de Ley de Ingresos del 2013, y que seguramente aprobarán los diputados, muestran incrementos desmesurados que van del 29% en predios valuados en uno o más millones de pesos; hasta un 58% en casas de 300 mil pesos; o 2.11 veces en propiedades con un valor de 400 mil pesos y 2.31 veces en inmuebles cuyo precio oscila entre 500 a 650 mil pesos. Y es también inaceptable que el porcentaje del incremento en estos casos sea menor para las residencias de lujo que para las casas habitación con un precio que fluctúe entre los 300 y los 650 mil pesos, que es el tope del valor de las viviendas populares, en el que están valuadas decenas de miles de propiedades de la capital potosina. Se están dando todas las condiciones para que los afectados se constituyan en uniones de usuarios de servicios públicos para defender sus intereses, como hace décadas las organizó don Salomón Rangel, el luchador social cuya “voz clamaba en el desierto”.
Es cierto que las viviendas de hasta 230 mil pesos seguirán pagando una cuota anual de 4 salarios mínimos. Unos 248 pesos en el 2013, más 6 pesos por la expedición del recibo de entero. No así las fincas de 300 mil, en las que el predial se incrementará en un 58%, pues el pago se eleva a 375 pesos, cuando en el 2012 la cuota era de apenas 236 pesos. Los potosinos que acostumbran cumplir puntualmente con sus obligaciones fiscales no saldrán de su asombro cuando se enteren que los pagos por este concepto –en la mayoría de los casos- serán muy superiores a los que realizaron en el ejercicio anterior, lo que provocará que el número de contribuyentes morosos crezca considerablemente. Los siguientes ejemplos pueden servir para que los propietarios calculen el pago que tendrán que realizar en el 2013: una vivienda de 400 mil pesos que pagaba 236 pesos, tributará el próximo año 500 pesos. Una casa habitación de 1 millón de pesos pagará 1,250 pesos en lugar de 965 pesos. Una de 2 millones sube de 1,930 a 2,500 pesos. Cualquier incremento debe rechazarse si no se les cobra antes el impuesto predial a los morosos que encabezan la lista con los adeudos de mayor cuantía.
El Congreso del Estado –para evitar críticas y rechazos- no agendó la iniciativa de Ley de Ingresos municipales del 2012 en la Gaceta Legislativa de este jueves, por lo que se desconoce la redacción exacta del documento que recibieron el 15 de noviembre; no obstante, el tesorero nos ha informado que el Impuesto de Adquisición de Bienes Inmuebles, el que se paga en las operaciones de compra venta, sufrirá un incremento del 25%, al pasar del 1.60% al 2.00% sobre el valor más alto, entre el catastral y el que declaran las partes. Y no estamos ciertos si las deducciones autorizadas hasta el 31 de diciembre en el pago de este gravamen seguirán vigentes en el 2013, o si sólo se aplicarán a las viviendas que no excedan de 230 mil pesos, siempre y cuando estén financiadas con créditos bancarios o del ISSSTE o INFONAVIT, pues de ser así, una compra venta de una casa de interés social o popular con un valor de 600 mil pesos pagaría por este concepto 12 mil pesos, en lugar de 2 mil 213 que se pagan este año. Se pretende también incrementar del 4 al 6 al millar anual el impuesto predial que cubren los propietarios de los lotes de terreno urbanos y suburbanos sin construcciones y que no están bardeados o cercados. Un ejemplo: un terrenito valuado en 200 mil pesos pagaría 1,200 en lugar de los 800 pesos que actualmente paga.
Los diputados deben suprimir los subsidios o prebendas de que gozan las “Instituciones Religiosas” (sic), pues pagan una tasa única del uno al millar anual por concepto de Impuesto Predial, sin importar el valor y características de sus inmuebles En esta categoría no nos extrañaría encontrar las residencias millonarias que ocupan los arzobispos eméritos y otros ministros de las iglesias que puedan estar escrituradas a nombre de asociaciones religiosas. Sólo los templos destinados al culto religioso y catalogados como bienes de la nación están exentos de impuestos.
El ex rector conocía las dimensiones del problema financiero al que se iba a enfrentar y así aceptó postularse como candidato para ocupar la alcaldía. Se lo advirtieron propios y extraños, por lo que no se vale quejarse un día sí y otro también de la situación que le dejaron y permanecer paralizado ante el desastre que tiene encima, como tampoco puede cargarles a los contribuyentes la remediación de una crisis que no generaron aumentándoles los impuestos. Su administración será recordada como un verdadero fiasco si no se aplican de inmediato medidas draconianas de austeridad, disciplina fiscal y sobre todo de justicia.