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Más negocios con el agua
Primera parte
Por EDUARDO MARTÍNEZ BENAVENTE
Julio 29, 2012
Las cuotas y tarifas por los servicios de agua potable que actualmente pagan los usuarios del área metropolitana de la capital se verán desmesuradamente incrementadas durante la siguiente administración municipal. El aumento sería gradual y podría alcanzar hasta un 100% de lo que ahora se cobra. Para las personas que devengan de uno a cinco salarios mínimos serían insoportables estos aumentos. Los compromisos de pago con diversos prestadores de servicios que ha contratado el Interapas serán uno de los asuntos más conflictivos a los que se enfrentará el próximo presidente municipal, pues también preside el Consejo de Administración de ese organismo, y todo lo que ahí ocurre repercute en el ámbito de la política municipal. El descontento ciudadano se ha empezado a manifestar por los aumentos que han aparecido sin ninguna justificación en los recibos mensuales del agua que sustituyeron a los bimestrales.
El director del Interapas, Francisco Muñiz Pereyra se prepara a gestionar un paquete de ajustes que presentará ante los novatos diputados que integrarán la siguiente Legislatura, en el que argumentará que los potosinos pagamos una de las cuotas más baratas del país y que por lo tanto es necesario incrementarlas. Asegurará que nuestras tarifas son más bajas que las que cobran los organismos operadores de Rioverde, Matehuala y Ciudad Valles, y que las cuotas que se aplican al 52% de los contribuyentes para el uso doméstico están subsidiadas pues sólo pagan 3 pesos con 32 centavos por cada mil litros de consumo; no obstante que al Interapas por extraer, potabilizar y distribuir esa cantidad de agua le representa un costo de 6 pesos. Insistirá en que 2 pesos son para pagar la energía eléctrica de los equipos de bombeo de los pozos profundos y el resto para gastos de operación y mantenimiento del sistema. Aunque en esta explicación ocultará el impacto que provocó en las finanzas del organismo la disminución de los subsidios que recibirían los usuarios de las colonias populares al haberse concesionado a un particular los servicios de agua potable de varias fraccionamientos residenciales del poniente de la ciudad, a lo que el director del Interapas ni se opuso ni defendió.
Como tampoco les informará de su desidia para cobrarle a Carlos Slim por los servicios de agua potable, drenaje y alcantarillado que utiliza su plaza comercial, pero que éste, el hombre más rico del mundo, si se los cobra a sus inquilinos en las cuotas de mantenimiento que les presenta cada mes. Les ocultará también que los incrementos que solicita se destinarán para pagar la demolición de las piletas y viejas oficinas de la planta de los filtros que se ubica al final de la avenida de Venustiano Carranza, para construir en su lugar dos edificios administrativos que albergarán, uno, las direcciones y departamentos del organismo a su cargo, y el otro, un área comercial y de atención a los usuarios. No se justifica este gasto, y menos ahora que está cediendo a un conjunto de empresas, mediante un turbio contrato de prestación de servicios, una buena parte de las funciones que le corresponden ejecutar; independientemente de que esta construcción se levantaría sobre uno de los predios más caros y de mayor plusvalía de la ciudad, que debería venderse en una subasta pública para que con el producto de la venta se repusieran algunas de las vetustas redes de agua potable por las que se desperdicia este líquido. Anuncia también que en una fracción de este inmueble se construirán unos tanques para almacenar el agua que llegará de la presa El Realito como parte de los trabajos del acueducto.
Falta por precisar el monto de otro incremento que tendrían las tarifas de agua potable y que se utilizaría para cubrir los compromisos de pago que ha suscrito el Interapas con otra empresa de Carlos Slim, que cada mes, durante los próximos 15 años, cobrará por los servicios de conducción y potabilización del agua que se le extraerá a la presa El Realito, y que se localiza en el estado de Guanajuato, para traerla a esta ciudad y satisfacer una buena parte del consumo local.
Pero hay más: la nueva concesión que se adjudicó el pasado 7 de marzo mediante una licitación nacional a un grupo de empresas en las que participa capital español, y encabeza Cobra Instalaciones México, S.A. de C.V., representada por Gerardo Sandoval Bautista, iniciará operaciones una vez que se firme el contrato que le permitirá prestar una serie de servicios relacionados con esta materia en una zona que abarca más de la mitad de la ciudad, y que el Interapas pretende disfrazar a través de un contrato de prestación de servicios, como si se tratara de alguien que le hiciera el aseo de sus oficinas o le diera mantenimiento a su equipo de computo. El monto de las contraprestaciones a que se ha obligado pagar el organismo es indescifrable, las fórmulas que han utilizada se pueden consultar en la página web de Proyecto Tábano, pero se verán reflejadas en las tarifas que se incrementarán más allá de las posibilidades económicas de muchos potosinos. Nos queda claro que esta empresa no viene a hacer obras de caridad a San Luis Potosí, sino a sacarle el mayor provecho a su inversión y hacer el negocio de su vida, pues más del 40% de los 907 millones en los que se le adjudicó el contrato, van a fondo perdido a través de un apoyo que le otorgará el gobierno federal. En este concurso participaron 6 grupos, el que cotizó más bajo, en 495 millones, fue descalificado por baratero. En éste aparecían los nombres de varios potosinos que protestaron pero no impugnaron el fallo por la vía legal.
El contrato que han denominado de Prestación de Servicios para la Mejora Integral de la Gestión del Interapas (MIG) tendrá una duración de 12 años y no se ha podido firmar porque falta que el Congreso del Estado autorice la modificación de un decreto que les permitiría adecuar el clausulado a los caprichos del proveedor. En la próxima entrega se analizarán los términos y condiciones de esta operación.
Por EDUARDO MARTÍNEZ BENAVENTE
Julio 29, 2012
Las cuotas y tarifas por los servicios de agua potable que actualmente pagan los usuarios del área metropolitana de la capital se verán desmesuradamente incrementadas durante la siguiente administración municipal. El aumento sería gradual y podría alcanzar hasta un 100% de lo que ahora se cobra. Para las personas que devengan de uno a cinco salarios mínimos serían insoportables estos aumentos. Los compromisos de pago con diversos prestadores de servicios que ha contratado el Interapas serán uno de los asuntos más conflictivos a los que se enfrentará el próximo presidente municipal, pues también preside el Consejo de Administración de ese organismo, y todo lo que ahí ocurre repercute en el ámbito de la política municipal. El descontento ciudadano se ha empezado a manifestar por los aumentos que han aparecido sin ninguna justificación en los recibos mensuales del agua que sustituyeron a los bimestrales.
El director del Interapas, Francisco Muñiz Pereyra se prepara a gestionar un paquete de ajustes que presentará ante los novatos diputados que integrarán la siguiente Legislatura, en el que argumentará que los potosinos pagamos una de las cuotas más baratas del país y que por lo tanto es necesario incrementarlas. Asegurará que nuestras tarifas son más bajas que las que cobran los organismos operadores de Rioverde, Matehuala y Ciudad Valles, y que las cuotas que se aplican al 52% de los contribuyentes para el uso doméstico están subsidiadas pues sólo pagan 3 pesos con 32 centavos por cada mil litros de consumo; no obstante que al Interapas por extraer, potabilizar y distribuir esa cantidad de agua le representa un costo de 6 pesos. Insistirá en que 2 pesos son para pagar la energía eléctrica de los equipos de bombeo de los pozos profundos y el resto para gastos de operación y mantenimiento del sistema. Aunque en esta explicación ocultará el impacto que provocó en las finanzas del organismo la disminución de los subsidios que recibirían los usuarios de las colonias populares al haberse concesionado a un particular los servicios de agua potable de varias fraccionamientos residenciales del poniente de la ciudad, a lo que el director del Interapas ni se opuso ni defendió.
Como tampoco les informará de su desidia para cobrarle a Carlos Slim por los servicios de agua potable, drenaje y alcantarillado que utiliza su plaza comercial, pero que éste, el hombre más rico del mundo, si se los cobra a sus inquilinos en las cuotas de mantenimiento que les presenta cada mes. Les ocultará también que los incrementos que solicita se destinarán para pagar la demolición de las piletas y viejas oficinas de la planta de los filtros que se ubica al final de la avenida de Venustiano Carranza, para construir en su lugar dos edificios administrativos que albergarán, uno, las direcciones y departamentos del organismo a su cargo, y el otro, un área comercial y de atención a los usuarios. No se justifica este gasto, y menos ahora que está cediendo a un conjunto de empresas, mediante un turbio contrato de prestación de servicios, una buena parte de las funciones que le corresponden ejecutar; independientemente de que esta construcción se levantaría sobre uno de los predios más caros y de mayor plusvalía de la ciudad, que debería venderse en una subasta pública para que con el producto de la venta se repusieran algunas de las vetustas redes de agua potable por las que se desperdicia este líquido. Anuncia también que en una fracción de este inmueble se construirán unos tanques para almacenar el agua que llegará de la presa El Realito como parte de los trabajos del acueducto.
Falta por precisar el monto de otro incremento que tendrían las tarifas de agua potable y que se utilizaría para cubrir los compromisos de pago que ha suscrito el Interapas con otra empresa de Carlos Slim, que cada mes, durante los próximos 15 años, cobrará por los servicios de conducción y potabilización del agua que se le extraerá a la presa El Realito, y que se localiza en el estado de Guanajuato, para traerla a esta ciudad y satisfacer una buena parte del consumo local.
Pero hay más: la nueva concesión que se adjudicó el pasado 7 de marzo mediante una licitación nacional a un grupo de empresas en las que participa capital español, y encabeza Cobra Instalaciones México, S.A. de C.V., representada por Gerardo Sandoval Bautista, iniciará operaciones una vez que se firme el contrato que le permitirá prestar una serie de servicios relacionados con esta materia en una zona que abarca más de la mitad de la ciudad, y que el Interapas pretende disfrazar a través de un contrato de prestación de servicios, como si se tratara de alguien que le hiciera el aseo de sus oficinas o le diera mantenimiento a su equipo de computo. El monto de las contraprestaciones a que se ha obligado pagar el organismo es indescifrable, las fórmulas que han utilizada se pueden consultar en la página web de Proyecto Tábano, pero se verán reflejadas en las tarifas que se incrementarán más allá de las posibilidades económicas de muchos potosinos. Nos queda claro que esta empresa no viene a hacer obras de caridad a San Luis Potosí, sino a sacarle el mayor provecho a su inversión y hacer el negocio de su vida, pues más del 40% de los 907 millones en los que se le adjudicó el contrato, van a fondo perdido a través de un apoyo que le otorgará el gobierno federal. En este concurso participaron 6 grupos, el que cotizó más bajo, en 495 millones, fue descalificado por baratero. En éste aparecían los nombres de varios potosinos que protestaron pero no impugnaron el fallo por la vía legal.
El contrato que han denominado de Prestación de Servicios para la Mejora Integral de la Gestión del Interapas (MIG) tendrá una duración de 12 años y no se ha podido firmar porque falta que el Congreso del Estado autorice la modificación de un decreto que les permitiría adecuar el clausulado a los caprichos del proveedor. En la próxima entrega se analizarán los términos y condiciones de esta operación.