Inicio / Quiénes somos / De mano en mano / Contacto
Documentos / Reportes / Colaboradores / Guías y formatos / Legislación / Sitios de interés
Documentos / Reportes / Colaboradores / Guías y formatos / Legislación / Sitios de interés
A los diputados de oposición
Por EDUARDO MARTÍNEZ BENAVENTE
Septiembre 2, 2012
Ninguno de los diputados locales que formarán parte de la próxima Legislatura propuso durante la campaña electoral que acaba de transcurrir reformas legislativas viables y profundas que pudieran mejorar la calidad de vida de los potosinos, impulsar el desarrollo económico y social y lograr un Estado más justo y seguro. Todo lo que les escuchamos y leímos fueron banalidades y ofrecimientos de obras y servicios que no les corresponden ejecutar ni tienen presupuesto para realizarlos. Ninguno presentó una propuesta que siquiera hubiera llamado la atención de los electores y provocado alguna controversia y discusión. Por eso creo que muy poco o nada podemos esperar de la próxima Legislatura. Entre sus miembros no distingo a nadie que tenga las características y el historial para conducirse durante los siguientes tres años como un verdadero diputado de oposición que denuncie los excesos de los gobernantes y se enfrente a éstos con valor e inteligencia, y más en un Congreso en el que el PRI y sus satélites –el Verde, el Panal y Eugenio Govea-tendrán la mayoría absoluta de votos que les permitirá imponer cualquier iniciativa, hasta reformas constitucionales, pues no necesitarán esforzarse en alcanzar acuerdos legislativos con las otras fracciones parlamentarias para sumar el número de votos que se requieren.
Bajo estas circunstancias sería más conveniente contar con dos o tres diputados de oposición que revisaran minuciosamente todos los dictámenes que tengan interés en aprobar los diputados que ostentan la mayoría, que perder el tiempo en presentar iniciativas que difícilmente prosperarán. Sería muy recomendable, para dejar por lo menos un testimonio en el Diario de Debates, que este grupo de diputados cuando no esté de acuerdo con una iniciativa que se apruebe presente su voto particular en contra debidamente razonando y con los motivos de su negativa. Hace 6 años los diputados que participamos en la LVII Legislatura conocíamos los dictámenes que se tratarían en el Pleno hasta que se iniciaba la sesión a la que se nos convocaba. Teníamos una o dos horas para revisarlos antes de que se votaran. Ahora, con las reformas legislativas los diputados y cualquier ciudadano puede consultarlos en la página electrónica del Congreso con dos días de anticipación.
Un diputado de oposición debe comportarse como tal, rechazando hasta donde sea posible cualquier invitación del gobernador, presidentes municipales y otros funcionarios a sus giras o eventos sociales en los que se contemporice y se estrechen relaciones de amistad. El trato frecuente e informal con estos burócratas inhibe la crítica y la denuncia a sus actuaciones. El poder es cautivador y corrompe a la mayoría de los que se le acercan o por lo menos los atempera. Por eso hay que guardar siempre una muy prudente distancia.
Se equivocan los dirigentes de los organismos empresariales cuando pretenden calificar el trabajo de los diputados tomando como base el número de las iniciativas que presentan y les son aprobadas. No valoran otros factores mucho más importantes, como podría ser el contenido de sus intervenciones en la Tribuna o en las mesas de trabajo de las comisiones a las que pertenecen. No saben que existen ofertas en el Internet en las que por mil pesos te venden hasta 20 iniciativas de leyes y reformas a las que lo único que les tienes que agregar es tu nombre y el de la entidad a la que perteneces para que las presumas como de tu autoría. Son contados los diputados que han pasado por el Congreso potosino a los que se les puede reconocer que hayan tenido los conocimientos y capacidad para redactar una ley y exponer sus motivos. La mayoría no sabe ni redactar un artículo. Por eso, casi todas las iniciativas que se presentan como propias son plagios de otros trabajos legislativos.
Es más importante revisar los informes de las auditorías de las cuentas públicas y los acuerdos trimestrales de la Comisión Gasto Financiamiento que preside el Secretario de Finanzas, que es el que en realmente distribuye el gasto publico, que seguir llenando de iniciativas ociosas las mesas de trabajo. Esta Legislatura, la que termina en unos cuantos días, no privilegió el análisis ni el debate, aprobó sin resistencias 441 de las 881 iniciativas que ingresaron desde su inicio hasta el pasado 2 de agosto. Quedarán 151 puntos de acuerdo sin atender de los 289 que se presentaron. No prosperó ninguno de los 104 juicios de responsabilidad que se fincaron en contra de servidores públicos. Las 340 horas acumuladas de trabajo en las 278 sesiones que se celebraron, entre ordinarias, solemnes, extraordinarias, secretas y las de la diputación permanente, nos dan una idea exacta de la irresponsabilidad y holgazanería de una Legislatura que deja tras de sí un enorme rezago y una condena generalizada por su voracidad y desvergüenza.
Los diputados de oposición que integrarán la nueva Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado deben saber que siempre serán minoría en ese órgano de control y administración porque el número de votos que les corresponde estará vinculado al tamaño de la fracción que representan. Como si se tratara de una asamblea de accionistas. El PRI y sus satélites tendrán la mayoría absoluta para imponer las agendas, contratar empleados y aprobar los presupuestos de egresos que convengan a sus caprichos e intereses. Aunque hay una manera de exhibir todos estos abusos, y es informando a la población lo que en esas sesiones ocurre, levantando actas circunstanciadas de los acuerdos que se tomen para difundirlos en las ruedas de prensa y en el Internet. El Congreso del Estado debe ser la institución más transparente del Estado para que tenga la autoridad moral para exigirle a los otros poderes, municipios y organismos autónomos que también transparenten todas sus actuaciones.
Septiembre 2, 2012
Ninguno de los diputados locales que formarán parte de la próxima Legislatura propuso durante la campaña electoral que acaba de transcurrir reformas legislativas viables y profundas que pudieran mejorar la calidad de vida de los potosinos, impulsar el desarrollo económico y social y lograr un Estado más justo y seguro. Todo lo que les escuchamos y leímos fueron banalidades y ofrecimientos de obras y servicios que no les corresponden ejecutar ni tienen presupuesto para realizarlos. Ninguno presentó una propuesta que siquiera hubiera llamado la atención de los electores y provocado alguna controversia y discusión. Por eso creo que muy poco o nada podemos esperar de la próxima Legislatura. Entre sus miembros no distingo a nadie que tenga las características y el historial para conducirse durante los siguientes tres años como un verdadero diputado de oposición que denuncie los excesos de los gobernantes y se enfrente a éstos con valor e inteligencia, y más en un Congreso en el que el PRI y sus satélites –el Verde, el Panal y Eugenio Govea-tendrán la mayoría absoluta de votos que les permitirá imponer cualquier iniciativa, hasta reformas constitucionales, pues no necesitarán esforzarse en alcanzar acuerdos legislativos con las otras fracciones parlamentarias para sumar el número de votos que se requieren.
Bajo estas circunstancias sería más conveniente contar con dos o tres diputados de oposición que revisaran minuciosamente todos los dictámenes que tengan interés en aprobar los diputados que ostentan la mayoría, que perder el tiempo en presentar iniciativas que difícilmente prosperarán. Sería muy recomendable, para dejar por lo menos un testimonio en el Diario de Debates, que este grupo de diputados cuando no esté de acuerdo con una iniciativa que se apruebe presente su voto particular en contra debidamente razonando y con los motivos de su negativa. Hace 6 años los diputados que participamos en la LVII Legislatura conocíamos los dictámenes que se tratarían en el Pleno hasta que se iniciaba la sesión a la que se nos convocaba. Teníamos una o dos horas para revisarlos antes de que se votaran. Ahora, con las reformas legislativas los diputados y cualquier ciudadano puede consultarlos en la página electrónica del Congreso con dos días de anticipación.
Un diputado de oposición debe comportarse como tal, rechazando hasta donde sea posible cualquier invitación del gobernador, presidentes municipales y otros funcionarios a sus giras o eventos sociales en los que se contemporice y se estrechen relaciones de amistad. El trato frecuente e informal con estos burócratas inhibe la crítica y la denuncia a sus actuaciones. El poder es cautivador y corrompe a la mayoría de los que se le acercan o por lo menos los atempera. Por eso hay que guardar siempre una muy prudente distancia.
Se equivocan los dirigentes de los organismos empresariales cuando pretenden calificar el trabajo de los diputados tomando como base el número de las iniciativas que presentan y les son aprobadas. No valoran otros factores mucho más importantes, como podría ser el contenido de sus intervenciones en la Tribuna o en las mesas de trabajo de las comisiones a las que pertenecen. No saben que existen ofertas en el Internet en las que por mil pesos te venden hasta 20 iniciativas de leyes y reformas a las que lo único que les tienes que agregar es tu nombre y el de la entidad a la que perteneces para que las presumas como de tu autoría. Son contados los diputados que han pasado por el Congreso potosino a los que se les puede reconocer que hayan tenido los conocimientos y capacidad para redactar una ley y exponer sus motivos. La mayoría no sabe ni redactar un artículo. Por eso, casi todas las iniciativas que se presentan como propias son plagios de otros trabajos legislativos.
Es más importante revisar los informes de las auditorías de las cuentas públicas y los acuerdos trimestrales de la Comisión Gasto Financiamiento que preside el Secretario de Finanzas, que es el que en realmente distribuye el gasto publico, que seguir llenando de iniciativas ociosas las mesas de trabajo. Esta Legislatura, la que termina en unos cuantos días, no privilegió el análisis ni el debate, aprobó sin resistencias 441 de las 881 iniciativas que ingresaron desde su inicio hasta el pasado 2 de agosto. Quedarán 151 puntos de acuerdo sin atender de los 289 que se presentaron. No prosperó ninguno de los 104 juicios de responsabilidad que se fincaron en contra de servidores públicos. Las 340 horas acumuladas de trabajo en las 278 sesiones que se celebraron, entre ordinarias, solemnes, extraordinarias, secretas y las de la diputación permanente, nos dan una idea exacta de la irresponsabilidad y holgazanería de una Legislatura que deja tras de sí un enorme rezago y una condena generalizada por su voracidad y desvergüenza.
Los diputados de oposición que integrarán la nueva Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado deben saber que siempre serán minoría en ese órgano de control y administración porque el número de votos que les corresponde estará vinculado al tamaño de la fracción que representan. Como si se tratara de una asamblea de accionistas. El PRI y sus satélites tendrán la mayoría absoluta para imponer las agendas, contratar empleados y aprobar los presupuestos de egresos que convengan a sus caprichos e intereses. Aunque hay una manera de exhibir todos estos abusos, y es informando a la población lo que en esas sesiones ocurre, levantando actas circunstanciadas de los acuerdos que se tomen para difundirlos en las ruedas de prensa y en el Internet. El Congreso del Estado debe ser la institución más transparente del Estado para que tenga la autoridad moral para exigirle a los otros poderes, municipios y organismos autónomos que también transparenten todas sus actuaciones.