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El caso Shantal
Por EDUARDO MARTÍNEZ BENAVENTE
Enero 29, 2011
Son muchas las presiones que ha tenido que soportar el gobernador Fernando Toranzo por parte de prominentes miembros de la Iglesia católica y abogados litigantes que continuamente lo asedian para que gestione ante el Poder Judicial del Estado la liberación del sacerdote José Carlos Contreras Rodríguez, de 65 años de edad, sentenciado a 33 años y 6 meses de encierro por los delitos de violación y homicidio calificado en agravio de la bachiller Itzachel Shantal González López, entonces de 16 años. Sin lugar a dudas que la crueldad, lugar, victima, homicida y demás características de este suceso son algunos de los elementos que lograron que este brutal crimen impactara profundamente en la conciencia de los potosinos. Los defensores del religioso han llegado a los extremos de la intolerancia al señalar al doctor Toranzo como enemigo de la comunidad salesiana por no acceder a sus súplicas, a quien le recuerdan sus orígenes como ex alumno becado de esta institución. Hasta el astuto y prudente arzobispo potosino don Luis Morales Reyes ha solicitado su intervención aduciendo infructuosamente la inocencia de Contreras. Diferencias que, por cierto, quedaron zanjadas en la canasta de las limosnas al haber contribuido el mandatario con 5 millones 500 mil pesos para la obra del Carrillón de la catedral potosina, sin importar que los recursos donados le fueron confiados por CONACULTA (1, 2, 3) para que los destinara a los eventos conmemorativos del Bicentenario del Movimiento de Independencia y el Centenario del Inicio de la Revolución Mexicana.
Creo que los abogados del ex director de la primaria del Instituto Salesiano han diseñado una estrategia desesperada e ineficaz en la defensa de su cliente, pues en lugar de haber recurrido directamente al amparo han preferido apelar la sentencia ante el Supremo Tribunal de Justicia del Estado, con el propósito de seguir presionando a las autoridades locales hasta conseguir su libertad, porque saben que las pruebas de su defensa son muy endebles para que prosperen en un tribunal federal. Todo indica que esa instancia confirmará la sentencia de la Juez Sexta del Ramo Penal, Juana María Castillo Ortega, que podría ordenar la ampliación de la condena de 33 a 50 años de prisión, como lo solicitó la PGJE en su apelación.
Había serias dudas de que el gobernador pudiera resistir los embates de los influyentes personajes que han intervenido a favor del cura en este asunto; por lo que creo que es justo reconocer su valor y determinación. Como también habría que reconocerle que dentro de las primeras acciones de su administración haya ordenado la consignación del expediente al Juez que el Ministerio Público Investigador de Delitos de Alto Impacto elaboró el 21 de agosto de 2009, con el pliego de la consignación de la averiguación previa de esos ilícitos, determinando como probable responsable al sacerdote de los delitos señalados. El ex gobernador Marcelo de los Santos retuvo dolosamente el expediente, no obstante que dentro de su gestión debió consignarlo y solicitar la orden de aprehensión.
Quién no recuerda que al ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta, con unos cuantos gritos y sombrerazos, lo intimidaciones las oligarquías potosinas en el “Caso Lavín”, a tal grado que obstruyó la justicia, como cínicamente lo reconoció, para que el inculpado de ese homicidio saliera libre y sin cargos. Pronto el poeta y periodista Jacobo Vázquez publicará un libro en el que relata ese vergonzoso capítulo de nuestra historia. En el “Caso Shantal” ha habido todo tipo de presiones, desde movilizaciones de apoyo al sacerdote por parte de estudiantes, maestros y padres de familia de varias instituciones salesianas del país, que con poco entusiasmo y menos credibilidad insisten en su inocencia; declaraciones a la prensa de connotados personajes avalando su conducta; extensas redes sociales que difunden la versión de la defensa; recriminaciones furiosas al ex procurador Cándido Ochoa por parte de los abogados del religioso; visitas a la cárcel de clérigos del tamaño del obispo de Saltillo, don Raúl Vera; hasta la inverosímil atención personal del papa Benedicto XVI en este asunto, como lo señala el boletín de prensa que a través del Internet difundió la Arquidiócesis de México, el 24 de julio de 2011, en el que da testimonio que “Esta injusticia ha tocado matices internacionales, esto se puede ver reflejado en el viaje que realizaron el presidente del Colegio de Abogados Católicos de México, en un intento por sensibilizar la realidad de esta arbitrariedad acudieron a la Santa Sede quienes a través del Padre Walter Paolo fueron recibidos por el Santo Padre, a quien le pusieron de conocimiento la situación del padre José Carlos, mostrando gran inquietud e instruyendo a su personal para que tuvieran conocimiento y estar pendientes del asunto”.
El mismo órgano informativo replica brevemente los motivos por los que el padre Contreras está preso. “Primero.- Porque una vigilante de seguridad, dos años después de haber sucedido los hechos, dijo que vio a la victima parada frente a la puerta de acceso a la casa salesiana, sin precisar si entró, tocó la puerta ni nada, además de hacer hincapié en que fue dos años después”. “Segundo.- Porque el dictamen de química forense arrojó como resultado manchas hemáticas en el interior de la casa salesiana, notando, no se determinó ni tipo ni grupo sanguíneo, es más, ni siquiera se determinó si era sangre humana”. “Tercero.- Porque el padre José Carlos en su declaración no precisó que hizo entre las dos y cuatro de la tarde ese día, aún cuando está claro que estuvo en compañía de otros dos sacerdotes salesianos”. “Cuarto.- Porque unos elementos caninos al hacer una inspección en la casa salesiana se mostraron nerviosos al interior de la habitación del padre José Carlos, y encontraron aromatizantes que distrajeron su olfato”.
Si a alguien le interesa conocer una versión analítica, científica y muy distinta a la anterior, le recomiendo que lea los dos libros que el criminólogo Julio Alfredo Ceballos ha escrito sobre esta tragedia. Seguramente que los convencerá.
Enero 29, 2011
Son muchas las presiones que ha tenido que soportar el gobernador Fernando Toranzo por parte de prominentes miembros de la Iglesia católica y abogados litigantes que continuamente lo asedian para que gestione ante el Poder Judicial del Estado la liberación del sacerdote José Carlos Contreras Rodríguez, de 65 años de edad, sentenciado a 33 años y 6 meses de encierro por los delitos de violación y homicidio calificado en agravio de la bachiller Itzachel Shantal González López, entonces de 16 años. Sin lugar a dudas que la crueldad, lugar, victima, homicida y demás características de este suceso son algunos de los elementos que lograron que este brutal crimen impactara profundamente en la conciencia de los potosinos. Los defensores del religioso han llegado a los extremos de la intolerancia al señalar al doctor Toranzo como enemigo de la comunidad salesiana por no acceder a sus súplicas, a quien le recuerdan sus orígenes como ex alumno becado de esta institución. Hasta el astuto y prudente arzobispo potosino don Luis Morales Reyes ha solicitado su intervención aduciendo infructuosamente la inocencia de Contreras. Diferencias que, por cierto, quedaron zanjadas en la canasta de las limosnas al haber contribuido el mandatario con 5 millones 500 mil pesos para la obra del Carrillón de la catedral potosina, sin importar que los recursos donados le fueron confiados por CONACULTA (1, 2, 3) para que los destinara a los eventos conmemorativos del Bicentenario del Movimiento de Independencia y el Centenario del Inicio de la Revolución Mexicana.
Creo que los abogados del ex director de la primaria del Instituto Salesiano han diseñado una estrategia desesperada e ineficaz en la defensa de su cliente, pues en lugar de haber recurrido directamente al amparo han preferido apelar la sentencia ante el Supremo Tribunal de Justicia del Estado, con el propósito de seguir presionando a las autoridades locales hasta conseguir su libertad, porque saben que las pruebas de su defensa son muy endebles para que prosperen en un tribunal federal. Todo indica que esa instancia confirmará la sentencia de la Juez Sexta del Ramo Penal, Juana María Castillo Ortega, que podría ordenar la ampliación de la condena de 33 a 50 años de prisión, como lo solicitó la PGJE en su apelación.
Había serias dudas de que el gobernador pudiera resistir los embates de los influyentes personajes que han intervenido a favor del cura en este asunto; por lo que creo que es justo reconocer su valor y determinación. Como también habría que reconocerle que dentro de las primeras acciones de su administración haya ordenado la consignación del expediente al Juez que el Ministerio Público Investigador de Delitos de Alto Impacto elaboró el 21 de agosto de 2009, con el pliego de la consignación de la averiguación previa de esos ilícitos, determinando como probable responsable al sacerdote de los delitos señalados. El ex gobernador Marcelo de los Santos retuvo dolosamente el expediente, no obstante que dentro de su gestión debió consignarlo y solicitar la orden de aprehensión.
Quién no recuerda que al ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta, con unos cuantos gritos y sombrerazos, lo intimidaciones las oligarquías potosinas en el “Caso Lavín”, a tal grado que obstruyó la justicia, como cínicamente lo reconoció, para que el inculpado de ese homicidio saliera libre y sin cargos. Pronto el poeta y periodista Jacobo Vázquez publicará un libro en el que relata ese vergonzoso capítulo de nuestra historia. En el “Caso Shantal” ha habido todo tipo de presiones, desde movilizaciones de apoyo al sacerdote por parte de estudiantes, maestros y padres de familia de varias instituciones salesianas del país, que con poco entusiasmo y menos credibilidad insisten en su inocencia; declaraciones a la prensa de connotados personajes avalando su conducta; extensas redes sociales que difunden la versión de la defensa; recriminaciones furiosas al ex procurador Cándido Ochoa por parte de los abogados del religioso; visitas a la cárcel de clérigos del tamaño del obispo de Saltillo, don Raúl Vera; hasta la inverosímil atención personal del papa Benedicto XVI en este asunto, como lo señala el boletín de prensa que a través del Internet difundió la Arquidiócesis de México, el 24 de julio de 2011, en el que da testimonio que “Esta injusticia ha tocado matices internacionales, esto se puede ver reflejado en el viaje que realizaron el presidente del Colegio de Abogados Católicos de México, en un intento por sensibilizar la realidad de esta arbitrariedad acudieron a la Santa Sede quienes a través del Padre Walter Paolo fueron recibidos por el Santo Padre, a quien le pusieron de conocimiento la situación del padre José Carlos, mostrando gran inquietud e instruyendo a su personal para que tuvieran conocimiento y estar pendientes del asunto”.
El mismo órgano informativo replica brevemente los motivos por los que el padre Contreras está preso. “Primero.- Porque una vigilante de seguridad, dos años después de haber sucedido los hechos, dijo que vio a la victima parada frente a la puerta de acceso a la casa salesiana, sin precisar si entró, tocó la puerta ni nada, además de hacer hincapié en que fue dos años después”. “Segundo.- Porque el dictamen de química forense arrojó como resultado manchas hemáticas en el interior de la casa salesiana, notando, no se determinó ni tipo ni grupo sanguíneo, es más, ni siquiera se determinó si era sangre humana”. “Tercero.- Porque el padre José Carlos en su declaración no precisó que hizo entre las dos y cuatro de la tarde ese día, aún cuando está claro que estuvo en compañía de otros dos sacerdotes salesianos”. “Cuarto.- Porque unos elementos caninos al hacer una inspección en la casa salesiana se mostraron nerviosos al interior de la habitación del padre José Carlos, y encontraron aromatizantes que distrajeron su olfato”.
Si a alguien le interesa conocer una versión analítica, científica y muy distinta a la anterior, le recomiendo que lea los dos libros que el criminólogo Julio Alfredo Ceballos ha escrito sobre esta tragedia. Seguramente que los convencerá.