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La ruptura panista
Segunda y última parte
Por EDUARDO MARTÍNEZ BENAVENTE
Junio 21, 2010
Alejandro Zapata presumió de la unidad del partido en la rueda de prensa a la que convocó a los medios hace una semana. Calificó como falso el peritaje de la Procuraduría General de Justicia que sirvió de base para que el juez emitiera la orden de captura. Defendió a Joel Azuara argumentando que era inocente y que él sólo estaba pagando las mensualidades del arrendamiento del helicóptero, y que si esto era una conducta delictiva, entonces al actual secretario, Jesús Conde, se le debería perseguir por los mismos delitos porque él también le seguía pagando a la arrendadora. Se repetía la historia, pues a Olegario Galarza, el ex secretario de Finanzas de Silva Nieto, se le acusó de efectuar pagos para cubrir el gasto corriente de los Invernaderos de Santa Rita, cuando ya no eran propiedad del estado; sin embargo a Joel Azuara, encargado de las finanzas con Marcelo de los Santos, no se le hizo nada, no obstante que también siguió financiando con dinero público, durante los primeros meses de ese gobierno, un negocio que era de particulares. Le exigió imparcialidad al Poder Judicial porque sabe como se han conducido, y denunció con todo cinismo que se trataba de una persecución política que “nos obliga entonces a meternos a nueve meses de distancia a hacer una valoración de cómo ha estado el Gobierno del Estado”. Lo que debe entenderse de la siguiente manera: que si no hubieran encarcelado a su amigo, seguiría siendo un encubridor, renunciando al papel que le corresponde desempeñar como político de oposición.
También le entró al tema de la inseguridad que prevalece en el estado, y señaló que “desde enero hasta mayo del 2008 hubo ex gobernadores que exigían que hubiera seguridad, le exigían al entonces gobernador Marcelo de los Santos, porque en aquel entonces hubo una balacera y había tres secuestros por año. Entonces dijeron que no podía San Luis Potosí estar a merced de la delincuencia, ¿por qué los ex gobernadores ya no han dicho nada?, dónde está su congruencia, o será que algunos de ellos ya están en la nómina del Gobierno del Estado, ¿qué pasa ahora?, lleno de balaceras, más de 60 secuestros en nueve meses cuando antes no los había, asaltos en restaurantes, cuando antes no los había, ya basta de pretextos”. El senador tiene toda la razón al señalar que Horacio Sánchez Unzueta ya no se atreve a denunciar que los índices de delincuencia han rebasado con mucho a los del gobierno panista. Esto no nos sorprende, pues sabíamos que sus críticas no eran honestas. Pero esta conducta no exenta a Zapata de la obligación que tiene como representante popular de denunciar una y otra vez la situación extrema que en esta materia vivimos los potosinos, y que han llevado al gobierno de Toranzo a reconocer que la inseguridad nos has rebasado.
También acusó que “En materia de obras, no hay obras de infraestructura, las únicas obras que existen y que se están haciendo de manera lenta son las que dejó la administración anterior, no hay una sola obra de infraestructura que esta administración haya impulsado”. En esta ocasión utilizó un lenguaje muy distinto al que había empleado hace unos días para referirse a la parálisis gubernamental, pues antes sólo se atrevió a decir que “no le hemos visto una definición que le permita dar rumbo al estado”. Pero eso no fue todo, en materia de salud, reprobó que “ni siquiera están funcionando los hospitales que se inauguraron hace nueve meses; de educación los recursos que le llegan a la Universidad son insuficientes y no se le ha dado un 5 adicional, ni se le ha apoyado; si hablamos de ciencia y tecnología, vean a ciencia y tecnología lo que le dan, no llega ni a 10 millones de pesos lo que da el estado a ciencia y tecnología –insistió el denunciante-, todo con recursos federales.”
Y siguió con el rosario de quejas tocando un punto muy sensible para los empresarios y una más de sus promesas incumplidas: “Se prometió dar de ese famoso 2% de impuesto a los empresarios y tampoco se les ha cumplido, la zona industrial está devastada –exageró-, no ha habido promoción del estado ni hay un plan para desarrollar la regiones en materia de industria”.
Más adelante advirtió que “lo que no vamos a tolerar son las persecuciones políticas que están tratando de hacer para amedrentarnos, no nos vamos doblegar”. Y enseguida amenazó al gobernador con dar a conocer alguna información comprometedora: “no estamos hablando todavía de la bitácora, ni del avión, ni del helicóptero que se han utilizado para fines de carácter personal, eso vendrá en otro episodio y en otro capítulo”. Se ve que el senador no conoce la información que se obtuvo del gobierno federal en la que aparecen decenas de vuelos a lugares que la administración de Marcelo de los Santos no puede justificar y que el ex oficial mayor escondió en el informe oficial que le entregó a un peticionario. Sería muy ilustrativo comparar cuál de los dos gobiernos ha cometido más pillerías en el uso indebido de las naves.
En su larga exposición también se le preguntó sobre el préstamo que acaba de solicitar el gobernador, y que se encuentra detenido en el Congreso. Opinó que “De préstamos aquí en San Luis estamos hasta el copete, hasta el gorro ya basta de pretextos, queremos que se pongan a trabajar con eficiencia, se le incrementó el presupuesto, el año pasado fue de 24 mil millones de pesos, este año es de 25 mil. Y no hemos visto nada, cuando menos en la administración anterior veíamos que había obras, en ésta no hemos visto absolutamente nada. Qué se ha hecho con ese dinero, porque dice que no le alcanza, si tiene planes de austeridad y tiene más recursos que el año pasado”.
Los potosinos podemos salir ganando en este pleito, si es que no se reconcilian pronto, pues el PAN está obligado a regresar a sus orígenes como partido de leal oposición y contrapeso a los excesos de los gobernantes; y más en estos momentos de estancamiento e ineptitud gubernamental, pues no podemos permitir que el estado siga cayendo en el desorden y atraso al que el gobierno de Toranzo lo está conduciendo.
Por EDUARDO MARTÍNEZ BENAVENTE
Junio 21, 2010
Alejandro Zapata presumió de la unidad del partido en la rueda de prensa a la que convocó a los medios hace una semana. Calificó como falso el peritaje de la Procuraduría General de Justicia que sirvió de base para que el juez emitiera la orden de captura. Defendió a Joel Azuara argumentando que era inocente y que él sólo estaba pagando las mensualidades del arrendamiento del helicóptero, y que si esto era una conducta delictiva, entonces al actual secretario, Jesús Conde, se le debería perseguir por los mismos delitos porque él también le seguía pagando a la arrendadora. Se repetía la historia, pues a Olegario Galarza, el ex secretario de Finanzas de Silva Nieto, se le acusó de efectuar pagos para cubrir el gasto corriente de los Invernaderos de Santa Rita, cuando ya no eran propiedad del estado; sin embargo a Joel Azuara, encargado de las finanzas con Marcelo de los Santos, no se le hizo nada, no obstante que también siguió financiando con dinero público, durante los primeros meses de ese gobierno, un negocio que era de particulares. Le exigió imparcialidad al Poder Judicial porque sabe como se han conducido, y denunció con todo cinismo que se trataba de una persecución política que “nos obliga entonces a meternos a nueve meses de distancia a hacer una valoración de cómo ha estado el Gobierno del Estado”. Lo que debe entenderse de la siguiente manera: que si no hubieran encarcelado a su amigo, seguiría siendo un encubridor, renunciando al papel que le corresponde desempeñar como político de oposición.
También le entró al tema de la inseguridad que prevalece en el estado, y señaló que “desde enero hasta mayo del 2008 hubo ex gobernadores que exigían que hubiera seguridad, le exigían al entonces gobernador Marcelo de los Santos, porque en aquel entonces hubo una balacera y había tres secuestros por año. Entonces dijeron que no podía San Luis Potosí estar a merced de la delincuencia, ¿por qué los ex gobernadores ya no han dicho nada?, dónde está su congruencia, o será que algunos de ellos ya están en la nómina del Gobierno del Estado, ¿qué pasa ahora?, lleno de balaceras, más de 60 secuestros en nueve meses cuando antes no los había, asaltos en restaurantes, cuando antes no los había, ya basta de pretextos”. El senador tiene toda la razón al señalar que Horacio Sánchez Unzueta ya no se atreve a denunciar que los índices de delincuencia han rebasado con mucho a los del gobierno panista. Esto no nos sorprende, pues sabíamos que sus críticas no eran honestas. Pero esta conducta no exenta a Zapata de la obligación que tiene como representante popular de denunciar una y otra vez la situación extrema que en esta materia vivimos los potosinos, y que han llevado al gobierno de Toranzo a reconocer que la inseguridad nos has rebasado.
También acusó que “En materia de obras, no hay obras de infraestructura, las únicas obras que existen y que se están haciendo de manera lenta son las que dejó la administración anterior, no hay una sola obra de infraestructura que esta administración haya impulsado”. En esta ocasión utilizó un lenguaje muy distinto al que había empleado hace unos días para referirse a la parálisis gubernamental, pues antes sólo se atrevió a decir que “no le hemos visto una definición que le permita dar rumbo al estado”. Pero eso no fue todo, en materia de salud, reprobó que “ni siquiera están funcionando los hospitales que se inauguraron hace nueve meses; de educación los recursos que le llegan a la Universidad son insuficientes y no se le ha dado un 5 adicional, ni se le ha apoyado; si hablamos de ciencia y tecnología, vean a ciencia y tecnología lo que le dan, no llega ni a 10 millones de pesos lo que da el estado a ciencia y tecnología –insistió el denunciante-, todo con recursos federales.”
Y siguió con el rosario de quejas tocando un punto muy sensible para los empresarios y una más de sus promesas incumplidas: “Se prometió dar de ese famoso 2% de impuesto a los empresarios y tampoco se les ha cumplido, la zona industrial está devastada –exageró-, no ha habido promoción del estado ni hay un plan para desarrollar la regiones en materia de industria”.
Más adelante advirtió que “lo que no vamos a tolerar son las persecuciones políticas que están tratando de hacer para amedrentarnos, no nos vamos doblegar”. Y enseguida amenazó al gobernador con dar a conocer alguna información comprometedora: “no estamos hablando todavía de la bitácora, ni del avión, ni del helicóptero que se han utilizado para fines de carácter personal, eso vendrá en otro episodio y en otro capítulo”. Se ve que el senador no conoce la información que se obtuvo del gobierno federal en la que aparecen decenas de vuelos a lugares que la administración de Marcelo de los Santos no puede justificar y que el ex oficial mayor escondió en el informe oficial que le entregó a un peticionario. Sería muy ilustrativo comparar cuál de los dos gobiernos ha cometido más pillerías en el uso indebido de las naves.
En su larga exposición también se le preguntó sobre el préstamo que acaba de solicitar el gobernador, y que se encuentra detenido en el Congreso. Opinó que “De préstamos aquí en San Luis estamos hasta el copete, hasta el gorro ya basta de pretextos, queremos que se pongan a trabajar con eficiencia, se le incrementó el presupuesto, el año pasado fue de 24 mil millones de pesos, este año es de 25 mil. Y no hemos visto nada, cuando menos en la administración anterior veíamos que había obras, en ésta no hemos visto absolutamente nada. Qué se ha hecho con ese dinero, porque dice que no le alcanza, si tiene planes de austeridad y tiene más recursos que el año pasado”.
Los potosinos podemos salir ganando en este pleito, si es que no se reconcilian pronto, pues el PAN está obligado a regresar a sus orígenes como partido de leal oposición y contrapeso a los excesos de los gobernantes; y más en estos momentos de estancamiento e ineptitud gubernamental, pues no podemos permitir que el estado siga cayendo en el desorden y atraso al que el gobierno de Toranzo lo está conduciendo.