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Pérdidas y ganancias
SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE
Por EDUARDO MARTÍNEZ BENAVENTE
Julio 15, 2012
Creo que la mayoría de los potosinos salimos perdiendo en la elección del domingo 1 de julio porque al menos 17 de los 27 diputados que resultaron electos serán colaboradores incondicionales del gobernador Fernando Toranzo. A este grupo pertenecen todos los diputados electos del PRI, del Verde, del Panal y hasta el ex senador panista y ahora dirigente del Movimiento Ciudadano, Eugenio Govea, quien hace 3 años apoyó abiertamente la candidatura del doctor Toranzo porque no aceptó que Alejandro Zapata le hubiera ganado la elección interna de su partido a la gubernatura del Estado, en una contienda en la que los dos se hicieron trampas. Estos 17 diputados tendrán el control de la próxima Legislatura, lo que le garantiza al Titular del Poder Ejecutivo que todas sus iniciativas pasarán sin trabas ni demoras. Podrá seguir endeudando al Estado, rendir las cuentas que sean y presentar para su autorización cualquier presupuesto de ingresos y egresos con la seguridad de que le serán aprobados. Esta mayoría les permitirá también apropiarse de las principales comisiones legislativas para que los dictámenes que aprueben o desechen les sean impuestos al resto de los legisladores con la aplanadora de sus 17 votos. Tendrán el mando de la Junta de Coordinación Política del Congreso para disponer libremente de su administración, nombramientos y sobre todo de la chequera.
Habrá que recordarle a los electores que ninguno de los diputados electos formalizó un compromiso por escrito para reducir sustancialmente los casi 3 millones de pesos que por diferentes conceptos recibirán cada año. Ni siquiera lo hicieron durante la campaña aquellos candidatos a diputados que sabían que nada tenían que hacer en esta competencia. Su ingenuidad era tal que no obstante que se les propuso esta medida a varios de ellos como una estrategia publicitaria para ganar simpatías y exhibir los excesos que se cometen con el dinero, ninguno la tomó porque creían que podían resultar electos.
Los coordinadores de las fracciones a las que pertenecen estos 17 futuros diputados no tendrán que batallar mucho para reunir el número de votos que se necesitan para tener también la mayoría absoluta en el Congreso, pues sólo tendrán que “convencer” a uno más de sus compañeros para sumar las dos tercera partes de los votos para modificar la Constitución del Estado, elegir magistrados, instaurar juicios políticos, nombrar y remover al Auditor Superior del Estado, a los integrantes del Consejo Estatal Electoral, a los de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, entre otras muchas atribuciones. En fin, podrán hacer lo que se les antoje en una Legislatura en el que no se identifica a ningún diputado de oposición con el valor y los conocimientos suficientes como para que sus señalamientos puedan influir en el ánimo de los ciudadanos y se atreva a denunciar los abusos que ahí se cometen.
Creo que en la próxima Legislatura nos vamos a topar con varios diputados panistas bien intencionados, pero peligrosamente inmaduros, como es el caso de Alejandro Lozano González que le ganó con el 50.30% de la votación al candidato del PRI, Xavier Castro de la Maza, quien obtuvo el 20.89% de los votos que se depositaron en el distrito VII de la capital. Es muy lamentable que todo su esfuerzo sólo haya servido para que personas de pocas luces que manipulan Horacio Sánchez y el gobernador, como Fernando Pérez Espinosa y Delia Guerrero Coronado alcanzaran una curul en el Congreso del Estado, por el hecho de haber tenido las relaciones para que los colocaran en los dos primeros sitios de la lista de diputados plurinominales que registró ese partido.
Alejandro Lozano González, “el Boris”, por el parecido que dicen que tiene con el tenista alemán Boris Becker, fue un candidato que rehusó debatir en público con Castro de la Maza porque sabía que su contrincante es un buen polemista con sólidos conocimientos jurídicos y que sus argumentos podrían hacer que su imagen se despostillara. Su propuesta para eliminar el impuesto sobre la tenencia de vehículos no fue más que una ocurrencia para ganar adeptos a su causa pues no planteó ninguna solución para sustituir esos ingresos. En su lista de propuestas y compromisos ignoraba que los potosinos ya tienen el derecho de iniciar leyes y se ofrecía que, si llegaba a ser diputado, las formalizaría en el Congreso. Nunca aclaró la respuesta oficial que emitió la Secretaría de Relaciones Exteriores a una solicitud presentada por Castro de la Maza a través de Infomex, en la que esa dependencia aseguraba que no había constancia alguna que demostrara que Lozano González hubiera estado adscrito como empleado local, personal de carrera del Servicio Exterior Mexicano o personal asimilado en las embajadas de Polonia, Argentina e Inglaterra, como falsamente presumía en su currículo.
El éxito electoral del gobernador Fernando Toranzo es muy relativo, pues si bien es cierto que logró que Alejandro Zapata y Victoria Labastida desaparecieran del plano político para que lo suceda en el cargo Mario García Valdez; también es cierto que las derrotas que obtuvo su partido en la capital del estado son un fiel indicador del descontento que existe a su gestión administrativa. No creo que su condición de gobernador priista vaya a servirle ante el gobierno federal para conseguir apoyos extraordinarios para la entidad, pues su perfil y relaciones con el grupo en el poder tienen muy poco peso.
Octavio Pedroza Gaitán fue otro de los candidatos que se alzó con una valiosa victoria pues obtuvo tal cantidad de votos en el área metropolitana de la capital que logró neutralizar el fraude en los otros cuatro distritos del interior del estado que ganó el PRI. Su desempeño personal fue la clave para que su fórmula derrotara a la de Teófilo-Labastida, ya que su compañera al Senado tuvo una pobre participación pues tenía su curul asegurada. El ex presidente municipal se coloca en un lugar privilegiado para contender en el 2015 como candidato del PAN a la gubernatura del Estado.
Por EDUARDO MARTÍNEZ BENAVENTE
Julio 15, 2012
Creo que la mayoría de los potosinos salimos perdiendo en la elección del domingo 1 de julio porque al menos 17 de los 27 diputados que resultaron electos serán colaboradores incondicionales del gobernador Fernando Toranzo. A este grupo pertenecen todos los diputados electos del PRI, del Verde, del Panal y hasta el ex senador panista y ahora dirigente del Movimiento Ciudadano, Eugenio Govea, quien hace 3 años apoyó abiertamente la candidatura del doctor Toranzo porque no aceptó que Alejandro Zapata le hubiera ganado la elección interna de su partido a la gubernatura del Estado, en una contienda en la que los dos se hicieron trampas. Estos 17 diputados tendrán el control de la próxima Legislatura, lo que le garantiza al Titular del Poder Ejecutivo que todas sus iniciativas pasarán sin trabas ni demoras. Podrá seguir endeudando al Estado, rendir las cuentas que sean y presentar para su autorización cualquier presupuesto de ingresos y egresos con la seguridad de que le serán aprobados. Esta mayoría les permitirá también apropiarse de las principales comisiones legislativas para que los dictámenes que aprueben o desechen les sean impuestos al resto de los legisladores con la aplanadora de sus 17 votos. Tendrán el mando de la Junta de Coordinación Política del Congreso para disponer libremente de su administración, nombramientos y sobre todo de la chequera.
Habrá que recordarle a los electores que ninguno de los diputados electos formalizó un compromiso por escrito para reducir sustancialmente los casi 3 millones de pesos que por diferentes conceptos recibirán cada año. Ni siquiera lo hicieron durante la campaña aquellos candidatos a diputados que sabían que nada tenían que hacer en esta competencia. Su ingenuidad era tal que no obstante que se les propuso esta medida a varios de ellos como una estrategia publicitaria para ganar simpatías y exhibir los excesos que se cometen con el dinero, ninguno la tomó porque creían que podían resultar electos.
Los coordinadores de las fracciones a las que pertenecen estos 17 futuros diputados no tendrán que batallar mucho para reunir el número de votos que se necesitan para tener también la mayoría absoluta en el Congreso, pues sólo tendrán que “convencer” a uno más de sus compañeros para sumar las dos tercera partes de los votos para modificar la Constitución del Estado, elegir magistrados, instaurar juicios políticos, nombrar y remover al Auditor Superior del Estado, a los integrantes del Consejo Estatal Electoral, a los de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, entre otras muchas atribuciones. En fin, podrán hacer lo que se les antoje en una Legislatura en el que no se identifica a ningún diputado de oposición con el valor y los conocimientos suficientes como para que sus señalamientos puedan influir en el ánimo de los ciudadanos y se atreva a denunciar los abusos que ahí se cometen.
Creo que en la próxima Legislatura nos vamos a topar con varios diputados panistas bien intencionados, pero peligrosamente inmaduros, como es el caso de Alejandro Lozano González que le ganó con el 50.30% de la votación al candidato del PRI, Xavier Castro de la Maza, quien obtuvo el 20.89% de los votos que se depositaron en el distrito VII de la capital. Es muy lamentable que todo su esfuerzo sólo haya servido para que personas de pocas luces que manipulan Horacio Sánchez y el gobernador, como Fernando Pérez Espinosa y Delia Guerrero Coronado alcanzaran una curul en el Congreso del Estado, por el hecho de haber tenido las relaciones para que los colocaran en los dos primeros sitios de la lista de diputados plurinominales que registró ese partido.
Alejandro Lozano González, “el Boris”, por el parecido que dicen que tiene con el tenista alemán Boris Becker, fue un candidato que rehusó debatir en público con Castro de la Maza porque sabía que su contrincante es un buen polemista con sólidos conocimientos jurídicos y que sus argumentos podrían hacer que su imagen se despostillara. Su propuesta para eliminar el impuesto sobre la tenencia de vehículos no fue más que una ocurrencia para ganar adeptos a su causa pues no planteó ninguna solución para sustituir esos ingresos. En su lista de propuestas y compromisos ignoraba que los potosinos ya tienen el derecho de iniciar leyes y se ofrecía que, si llegaba a ser diputado, las formalizaría en el Congreso. Nunca aclaró la respuesta oficial que emitió la Secretaría de Relaciones Exteriores a una solicitud presentada por Castro de la Maza a través de Infomex, en la que esa dependencia aseguraba que no había constancia alguna que demostrara que Lozano González hubiera estado adscrito como empleado local, personal de carrera del Servicio Exterior Mexicano o personal asimilado en las embajadas de Polonia, Argentina e Inglaterra, como falsamente presumía en su currículo.
El éxito electoral del gobernador Fernando Toranzo es muy relativo, pues si bien es cierto que logró que Alejandro Zapata y Victoria Labastida desaparecieran del plano político para que lo suceda en el cargo Mario García Valdez; también es cierto que las derrotas que obtuvo su partido en la capital del estado son un fiel indicador del descontento que existe a su gestión administrativa. No creo que su condición de gobernador priista vaya a servirle ante el gobierno federal para conseguir apoyos extraordinarios para la entidad, pues su perfil y relaciones con el grupo en el poder tienen muy poco peso.
Octavio Pedroza Gaitán fue otro de los candidatos que se alzó con una valiosa victoria pues obtuvo tal cantidad de votos en el área metropolitana de la capital que logró neutralizar el fraude en los otros cuatro distritos del interior del estado que ganó el PRI. Su desempeño personal fue la clave para que su fórmula derrotara a la de Teófilo-Labastida, ya que su compañera al Senado tuvo una pobre participación pues tenía su curul asegurada. El ex presidente municipal se coloca en un lugar privilegiado para contender en el 2015 como candidato del PAN a la gubernatura del Estado.