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Tres veces p'atras
Segunda parte
Por EDUARDO MARTÍNEZ BENAVENTE
Agosto 14, 2011
Si los diputados potosinos tuvieran un mínimo de decencia –que no la tienen- ya hubieran renunciado a su derecho de designar a los nuevos consejeros electorales para que de plano los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación les hicieran la tarea, pues han perdido la credibilidad y el respeto ciudadano al haber falseado los expedientes de varios de los aspirantes a ocupar esos cargos, a unos favoreciéndolos con agregados fraudulentos, y a otros eliminándolos de la contienda mediante omisiones dolosas en sus currículos, como es el caso de Álvaro Martínez Silva, comentado en esta misma columna hace una semana, al que ahora se le suman las quejas de Antonio Toranzo Noriega, Fernando Méndez Montaño, José Martín Fernando Faz Mora y Pedro Ignacio Puente Ortiz, a quienes también les borraron del dictamen su experiencia y formación electoral con las que seguramente hubieran calificado.
No podemos aceptar que los diputados designen arbitrariamente al que será el presidente de nuevo Consejo Estatal Electoral, si es que los magistrados no lo insaculan entre los consejeros electos, pues si esto no sucede deberían permitir que después de unos dos o tres días de que se hayan conocido, sean ellos mismos los que elijan al que ocupará esa responsabilidad. Para esto, los diputados tendrían que hacer suya la propuesta y formalizarla en el Pleno del Congreso.
Ante los ilícitos en los que han incurrido los integrantes de la Comisión Especial del Congreso del Estado, y en atención a las previsibles impugnaciones de los aspirantes rechazados y defraudados, no me extrañaría que los magistrados, si no insaculan a los consejeros, pudieran llegar al extremo de resolver que el IFE atraiga el proceso electoral potosino del 2012, y se encargue de las elecciones estatales y municipales.
Hay varios aspirantes que cubren los requisitos de la convocatoria, independientemente de que puedan ser tachados por sus antecedentes políticos y desempeño como ex consejeros, además de las tres mujeres a que hice referencia en mi colaboración anterior, por lo que nada más quedarían seis plazas de consejeros propietarios que se disputarían los siguientes candidatos, y que según sus currículos satisfacen la experiencia laboral y/o conocimientos académicos en materia electoral para ser tomados en cuenta, entre los que podemos mencionar a Héctor Gerardo Hernández Rodríguez, quien parece ser el candidato con mejor trayectoria electoral por haber ocupado durante varios años la presidencia del Consejo Local del IFE en San Luis Potosí y Aguascalientes. Las dos sanciones de suspensión que le aplicó el IFE por omisiones y actividades contrarias a las normas que los rigen, deben ser tomadas en cuenta para descalificarlo de la contienda; así como haber copiado el 36% del ensayo que presentó como suyo al Congreso del Estado. Su identificación con el PRI y con Horacio Sánchez Unzueta también le estorbarían para lograr su objetivo.
Nadie duda que Jorge Manuel Villalba Jaime volverá a impugnar ante el Tribunal Federal Electoral el proceso de selección cuando su nombre no aparezca entre los electos, argumentando que como ex consejero electoral tiene derecho de preferencia para ocupar de nuevo ese cargo; y que en todo caso deben fundarse y motivarse las razones por las que queda excluido. Está identificado con el PRI de Adolfo Micalco.
La impugnación que pesa sobre la designación de Cosme Robledo Gómez, en el sentido de que no puede ser consejero por tercera ocasión, tampoco mereció la atención de los magistrados que no resolvieron la queja. Es uno de los pocos ex consejeros que tuvo un papel decoroso en el organismo. Lo apoya el magisterio.
Alfonso Normandía Barrios se hizo de muchas enemistades en el breve período que fungió como consejero electoral. Fue defenestrado, al igual que otros consejeros de la primera camada, por una sentencia en la que se ordenó que se repusiera el proceso de selección. En la segunda elección quedó fuera, no obstante que obtuvo las mejores calificaciones, lo que lo motivó para que se convirtiera en el principal impulsor de la segunda impugnación que se resolvió a su favor, en la que denunció las inconsistencias de los nombramientos de varios de los electos. Seguramente que volverá a oponerse si no queda entre los elegidos, pero si resulta electo será impugnado por haber plagiado una parte del ensayo que presentó para cumplir con los requisitos de la convocatoria, como quedó demostrado. Aunque los diputados estarían en un aprieto si lo descalifican, pues tendrían que hacer lo mismo con Hernández Rodríguez, también plagiario, que se perfila para presidir al Consejo.
Antonio Toranzo Noriega es uno de los mejores prospectos para ocupar una consejería, pues además de tener formación y experiencia en materia electoral, tiene valor civil, como lo demostró con sus críticas y denuncias cuando fue consejero de la Junta Local del IFE. Tan les estorba en la integración del Consejo Estatal Electoral, que sus antecedentes fueron omitidos dolosamente en la síntesis del dictamen legislativo que se turnó al Pleno para elegir a los consejeros electorales, al extremo de que sólo le reconocieron haber sido auxiliar de casilla en el distrito VI. El parentesco con su primo el gobernador, con quien me aseguran que no se lleva, puede complicarle el camino. En la misma situación está Martín Faz, reconocido defensor de los derechos humanos e identificado con los movimientos de izquierda, al que burdamente se le suprimió de su currículo la maestría en derechos humanos y democracia, así como su experiencia como ex consejero en la Junta Local del IFE. Al doctor Fernando Méndez Montaño también le borraron de su currículo los méritos que tiene como ex vocal ejecutivo distrital durante 16 años. Le plantaron un cero de calificación en Trayectoria Profesional y un dos en Experiencia Electoral.
Es previsible que además queden como finalistas, José Martín Vázquez Vázquez, Oskar Kalisto Sánchez, Javier Montalvo Pérez, Pedro Morales Sifuentes, Pedro Ignacio Puente Ortiz y Patricio Rubio Ortiz, los que por razón de espacio analizaremos la siguiente semana.
Por EDUARDO MARTÍNEZ BENAVENTE
Agosto 14, 2011
Si los diputados potosinos tuvieran un mínimo de decencia –que no la tienen- ya hubieran renunciado a su derecho de designar a los nuevos consejeros electorales para que de plano los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación les hicieran la tarea, pues han perdido la credibilidad y el respeto ciudadano al haber falseado los expedientes de varios de los aspirantes a ocupar esos cargos, a unos favoreciéndolos con agregados fraudulentos, y a otros eliminándolos de la contienda mediante omisiones dolosas en sus currículos, como es el caso de Álvaro Martínez Silva, comentado en esta misma columna hace una semana, al que ahora se le suman las quejas de Antonio Toranzo Noriega, Fernando Méndez Montaño, José Martín Fernando Faz Mora y Pedro Ignacio Puente Ortiz, a quienes también les borraron del dictamen su experiencia y formación electoral con las que seguramente hubieran calificado.
No podemos aceptar que los diputados designen arbitrariamente al que será el presidente de nuevo Consejo Estatal Electoral, si es que los magistrados no lo insaculan entre los consejeros electos, pues si esto no sucede deberían permitir que después de unos dos o tres días de que se hayan conocido, sean ellos mismos los que elijan al que ocupará esa responsabilidad. Para esto, los diputados tendrían que hacer suya la propuesta y formalizarla en el Pleno del Congreso.
Ante los ilícitos en los que han incurrido los integrantes de la Comisión Especial del Congreso del Estado, y en atención a las previsibles impugnaciones de los aspirantes rechazados y defraudados, no me extrañaría que los magistrados, si no insaculan a los consejeros, pudieran llegar al extremo de resolver que el IFE atraiga el proceso electoral potosino del 2012, y se encargue de las elecciones estatales y municipales.
Hay varios aspirantes que cubren los requisitos de la convocatoria, independientemente de que puedan ser tachados por sus antecedentes políticos y desempeño como ex consejeros, además de las tres mujeres a que hice referencia en mi colaboración anterior, por lo que nada más quedarían seis plazas de consejeros propietarios que se disputarían los siguientes candidatos, y que según sus currículos satisfacen la experiencia laboral y/o conocimientos académicos en materia electoral para ser tomados en cuenta, entre los que podemos mencionar a Héctor Gerardo Hernández Rodríguez, quien parece ser el candidato con mejor trayectoria electoral por haber ocupado durante varios años la presidencia del Consejo Local del IFE en San Luis Potosí y Aguascalientes. Las dos sanciones de suspensión que le aplicó el IFE por omisiones y actividades contrarias a las normas que los rigen, deben ser tomadas en cuenta para descalificarlo de la contienda; así como haber copiado el 36% del ensayo que presentó como suyo al Congreso del Estado. Su identificación con el PRI y con Horacio Sánchez Unzueta también le estorbarían para lograr su objetivo.
Nadie duda que Jorge Manuel Villalba Jaime volverá a impugnar ante el Tribunal Federal Electoral el proceso de selección cuando su nombre no aparezca entre los electos, argumentando que como ex consejero electoral tiene derecho de preferencia para ocupar de nuevo ese cargo; y que en todo caso deben fundarse y motivarse las razones por las que queda excluido. Está identificado con el PRI de Adolfo Micalco.
La impugnación que pesa sobre la designación de Cosme Robledo Gómez, en el sentido de que no puede ser consejero por tercera ocasión, tampoco mereció la atención de los magistrados que no resolvieron la queja. Es uno de los pocos ex consejeros que tuvo un papel decoroso en el organismo. Lo apoya el magisterio.
Alfonso Normandía Barrios se hizo de muchas enemistades en el breve período que fungió como consejero electoral. Fue defenestrado, al igual que otros consejeros de la primera camada, por una sentencia en la que se ordenó que se repusiera el proceso de selección. En la segunda elección quedó fuera, no obstante que obtuvo las mejores calificaciones, lo que lo motivó para que se convirtiera en el principal impulsor de la segunda impugnación que se resolvió a su favor, en la que denunció las inconsistencias de los nombramientos de varios de los electos. Seguramente que volverá a oponerse si no queda entre los elegidos, pero si resulta electo será impugnado por haber plagiado una parte del ensayo que presentó para cumplir con los requisitos de la convocatoria, como quedó demostrado. Aunque los diputados estarían en un aprieto si lo descalifican, pues tendrían que hacer lo mismo con Hernández Rodríguez, también plagiario, que se perfila para presidir al Consejo.
Antonio Toranzo Noriega es uno de los mejores prospectos para ocupar una consejería, pues además de tener formación y experiencia en materia electoral, tiene valor civil, como lo demostró con sus críticas y denuncias cuando fue consejero de la Junta Local del IFE. Tan les estorba en la integración del Consejo Estatal Electoral, que sus antecedentes fueron omitidos dolosamente en la síntesis del dictamen legislativo que se turnó al Pleno para elegir a los consejeros electorales, al extremo de que sólo le reconocieron haber sido auxiliar de casilla en el distrito VI. El parentesco con su primo el gobernador, con quien me aseguran que no se lleva, puede complicarle el camino. En la misma situación está Martín Faz, reconocido defensor de los derechos humanos e identificado con los movimientos de izquierda, al que burdamente se le suprimió de su currículo la maestría en derechos humanos y democracia, así como su experiencia como ex consejero en la Junta Local del IFE. Al doctor Fernando Méndez Montaño también le borraron de su currículo los méritos que tiene como ex vocal ejecutivo distrital durante 16 años. Le plantaron un cero de calificación en Trayectoria Profesional y un dos en Experiencia Electoral.
Es previsible que además queden como finalistas, José Martín Vázquez Vázquez, Oskar Kalisto Sánchez, Javier Montalvo Pérez, Pedro Morales Sifuentes, Pedro Ignacio Puente Ortiz y Patricio Rubio Ortiz, los que por razón de espacio analizaremos la siguiente semana.