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Un silencio de escándalo
Por JUAN ANTONIO GONZÁLEZ
Febrero 10, 2011.
En la actual coyuntura de violencia e inseguridad que abruman a San Luis Potosí, la prensa y los periodistas han enfrentado en muchos casos el silencio de las autoridades que, sin una estrategia de medios, ha informado a cuenta gotas sobre sucesos que han alterado la vida de los ciudadanos.
Se olvida o se pretende ignorar que la información es fundamental para dar certeza a la población acerca de lo que ocurre en sus calles, plazas públicas, carreteras, comunidades, colonias y municipios
¿Quién necesita la información?
Todos, es la respuesta ineludible.
Mientras más información y diversidad de fuentes disponibles, habrá abundancia de datos para explicar los sucesos y con ello, más espacio para la reflexión y el análisis.
La información es necesaria para la sociedad tanto como para los medios de comunicación, los cuales transforman la información en noticia o en opinión.
Sin información, prevalece la insidia del rumor y la imprecisión de la especulación.
Cuando las noticias tienen como fuente de condimento el rumor o el dato extraoficial, el rigor necesario de la noticia se pulveriza y da como resultado una visión sesgada de la realidad y de los sucesos que cotidianamente concurren en nuestro entorno.
Hoy más que nunca, resulta ineludible informar a la sociedad sobre todo aquello que le puede afectar en su integridad física y en su patrimonio y; es obligación de la prensa nutrirle de información suficientemente detallada y precisa para que el lector o las audiencias tengan noción clara sobre la dimensión del problema de la inseguridad.
Hace unos días, llamaron la atención unas declaraciones del secretario General de Gobierno, Marco Antonio Aranda Martínez en el sentido de que en lo sucesivo, no daría información sobre asuntos de seguridad.
Destacó además que cuando la autoridad estatal no informa, es porque no tiene el parte de los hechos y que en ese sentido, deben esperar a que el Gobierno Federal o en su caso, el ejército, den cuenta de los operativos que se realizan así como de los eventos de alto impacto que se presentan.
No está mal esa decisión. Que hablen los que saben. Lo que es deplorable, es que el segundo en importancia del gobierno, guarde silencio cuando la sociedad reclama saber.
Sin embargo, suena más bien a pretexto. Por ejemplo, acerca del número de homicidios relacionados con la delincuencia organizada en 2010, Gobierno del Estado nunca informó ni ha dicho nada hasta el momento. La estadística debió conocerse por parte de la presidencia de la república.
El gobernador Fernando Toranzo había dicho que él no ocultaría nada como se hacía en la anterior administración. En los hechos, se ocultan igual las cosas que antes y se informa solamente cuando se publican versiones extraoficiales.
El de Toranzo ha sido un gobierno que mal comunica y mal informa, que se esconde en boletines de prensa en vez de hacer frente a los hechos.
Manuel Vázquez, corresponsal del Grupo Reforma, cubrió durante meses la plaza de Zacatecas al mismo tiempo que cubre San Luis Potosí. Cuando ocurren hechos violentos en ese estado, el gobierno convoca de inmediato a los medios, ofrecen ruedas de prensa y los principales mandos policíacos están a la orden de los periodistas incluso por teléfono.
Tienen un vocero que da cuenta de los hechos y fluye la información de manera oportuna y eficaz.
En cambio, en San Luis Potosí, el gobernador Fernando Toranzo ha descartado la posibilidad de nombrar a un vocero en materia de seguridad, pues dice que el Secretario de Seguridad y el Procurador estarán en condiciones de informar puntualmente cuando así se les solicite.
Buenas intenciones, solo eso.
Y luego el doctor pide a los periodistas que “nos ayuden y no se suma a la gente en el temor”.
Febrero 10, 2011.
En la actual coyuntura de violencia e inseguridad que abruman a San Luis Potosí, la prensa y los periodistas han enfrentado en muchos casos el silencio de las autoridades que, sin una estrategia de medios, ha informado a cuenta gotas sobre sucesos que han alterado la vida de los ciudadanos.
Se olvida o se pretende ignorar que la información es fundamental para dar certeza a la población acerca de lo que ocurre en sus calles, plazas públicas, carreteras, comunidades, colonias y municipios
¿Quién necesita la información?
Todos, es la respuesta ineludible.
Mientras más información y diversidad de fuentes disponibles, habrá abundancia de datos para explicar los sucesos y con ello, más espacio para la reflexión y el análisis.
La información es necesaria para la sociedad tanto como para los medios de comunicación, los cuales transforman la información en noticia o en opinión.
Sin información, prevalece la insidia del rumor y la imprecisión de la especulación.
Cuando las noticias tienen como fuente de condimento el rumor o el dato extraoficial, el rigor necesario de la noticia se pulveriza y da como resultado una visión sesgada de la realidad y de los sucesos que cotidianamente concurren en nuestro entorno.
Hoy más que nunca, resulta ineludible informar a la sociedad sobre todo aquello que le puede afectar en su integridad física y en su patrimonio y; es obligación de la prensa nutrirle de información suficientemente detallada y precisa para que el lector o las audiencias tengan noción clara sobre la dimensión del problema de la inseguridad.
Hace unos días, llamaron la atención unas declaraciones del secretario General de Gobierno, Marco Antonio Aranda Martínez en el sentido de que en lo sucesivo, no daría información sobre asuntos de seguridad.
Destacó además que cuando la autoridad estatal no informa, es porque no tiene el parte de los hechos y que en ese sentido, deben esperar a que el Gobierno Federal o en su caso, el ejército, den cuenta de los operativos que se realizan así como de los eventos de alto impacto que se presentan.
No está mal esa decisión. Que hablen los que saben. Lo que es deplorable, es que el segundo en importancia del gobierno, guarde silencio cuando la sociedad reclama saber.
Sin embargo, suena más bien a pretexto. Por ejemplo, acerca del número de homicidios relacionados con la delincuencia organizada en 2010, Gobierno del Estado nunca informó ni ha dicho nada hasta el momento. La estadística debió conocerse por parte de la presidencia de la república.
El gobernador Fernando Toranzo había dicho que él no ocultaría nada como se hacía en la anterior administración. En los hechos, se ocultan igual las cosas que antes y se informa solamente cuando se publican versiones extraoficiales.
El de Toranzo ha sido un gobierno que mal comunica y mal informa, que se esconde en boletines de prensa en vez de hacer frente a los hechos.
Manuel Vázquez, corresponsal del Grupo Reforma, cubrió durante meses la plaza de Zacatecas al mismo tiempo que cubre San Luis Potosí. Cuando ocurren hechos violentos en ese estado, el gobierno convoca de inmediato a los medios, ofrecen ruedas de prensa y los principales mandos policíacos están a la orden de los periodistas incluso por teléfono.
Tienen un vocero que da cuenta de los hechos y fluye la información de manera oportuna y eficaz.
En cambio, en San Luis Potosí, el gobernador Fernando Toranzo ha descartado la posibilidad de nombrar a un vocero en materia de seguridad, pues dice que el Secretario de Seguridad y el Procurador estarán en condiciones de informar puntualmente cuando así se les solicite.
Buenas intenciones, solo eso.
Y luego el doctor pide a los periodistas que “nos ayuden y no se suma a la gente en el temor”.